En junio de 2017 llegará la quinta generación del SEAT Ibiza, que el gran público podrá ver por primera vez en el Salón de Ginebra 2017. La mejor, dicen desde la marca. Una valoración lógica, pienso yo. No en vano, desde que lanzaron el actual SEAT León, cada producto de la firma española ha ido añadiendo un punto de calidad -y por qué no decirlo, prestigio- a los modelos precedentes, una tendencia cuyo último y hasta hora más destacado exponente ha sido el SEAT Ateca. Incluso el SEAT Toledo, que a pesar de que conceptualmente sea un vehículo de un segmento inferior a las dos generaciones anteriores, se trata de un producto que se ajusta como un guante al objetivo marcado para este modelo: buena calidad y gran habitabilidad a un precio contenido.
Pero hoy lo que toca es hablar del nuevo SEAT Ibiza, el primero de los tres pilares que sustentan a la marca. Antes era el más importante, porque sus ventas hicieron posible durante muchos años que SEAT se mantuviera viva; hoy, en cambio, se puede decir que es el más emblemático, porque fue el primer modelo 100% SEAT y porque en las más de tres décadas que lleva en el mercado más de 5,4 millones de unidades han salido de la factoría de la marca.
Con el León bien asentado en el segmento de los compactos, el nuevo SEAT Ibiza no necesitaba crecer para llenar un hueco entre los utilitarios y su hermano mayor. De hecho, su carrocería -solo estará disponible con la de 5 puertas- es ahora 2 mm más corta (4.059 mm) y 1 mm más baja (1.444 mm). Sin embargo, se ha trabajado a fondo para conseguir que por dentro sea mucho más habitable: el notable aumento de la anchura (87 mm, con lo que llega hasta los 1.780 mm) y sobre todo de la distancia entre ejes (95 mm extra, que llevan la batalla hasta los 2.564 mm), colocan al utilitario de Martorell en una nueva dimensión en cuanto a capacidad interior, que gana en las principales cotas tanto en las plazas delanteras (24 mm más de altura) como especialmente en las traseras, ya que cuentan con 35 mm más de espacio para las rodillas, 17 mm más para la cabeza y 42 mm más de anchura.
La principal responsable de haber conseguido este milagro espacial es la nueva plataforma MQB A0 del Grupo Volkswagen. SEAT es la primera marca del consorcio en utilizar este chasis de concepción modular (Modular Quer Baukasten), que sigue los principios del MQB original utilizado en los SEAT León y Ateca, Volkswagen Golf, etc., que permite variar la distancia entre ejes para adaptarse a distintos tipos de carrocería (es la que usará, por ejemplo, el SEAT Arona, el futuro SUV pequeño de la marca).
La dotación de motores empezará con un básico de gasolina de 75 CV, pero también contará con algunas novedades de relieve, en las que como es ya tradición se combinarán la inyección directa de combustible con la sobrealimentación por turbo. El eficaz 1.0 TSI de tres cilindros se ofrecerá en versión de 95 CV y 115 CV (aquí puedes leer la prueba realizada al SEAT Ateca con este propulsor). A finales de 2017 llegará el nuevo 1.5 TSI de 150 CV. Se trata de un cuatro cilindros que reemplaza al célebre 1.4 TSI, profusamente utilizado en todo el Grupo Volkswagen en diversas versiones de potencia durante más de una década, y que representa un nuevo ejemplo de que el downsizing no es la única manera de mejorar los consumos y la eficiencia de los motores.
En cuanto a los bloques diésel, el 1.6 TDI se encargará de cubrir la oferta inicial del nuevo SEAT Ibiza 2017, que estará disponible con variantes de 80, 90 y 115 CV. También habrá disponible un 1.0 TGI de 90 CV alimentado por gas natural comprimido (GNC).
La transmisión se encarga a cajas de cambio manuales de 6 o 5 velocidades (ésta para los motores de menos de 95 CV), así como un cambio DSG de doble embrague de 7 relaciones opcional en algunos motores.
El nuevo Ibiza contará inicialmente con 4 niveles de acabado, que se clasifican según la nomenclatura utilizada en los nuevos SEAT León (aquí puedes ver la prueba del restyling) y Ateca. Así, a los tradicionales Reference, Style y el deportivo FR se les suma el XCellence, un nuevo nivel en cuanto a equipamiento de confort y tecnología que se ofrecerá, no obstante, al mismo precio que el FR. Esta versión se caracterizará, como de costumbre, por su estética más agresiva y una suspensión deportiva regulable en dos niveles de dureza.
La iluminación interior LED y exterior Full-LED son dos de los rasgos que denotan el salto tecnológico de la quinta generación del SEAT Ibiza, que heredará dispositivos estrenados por el León y el Ateca, como el Front Assist, el Traffic Jam Assist (asistente de conducción en atascos), el regulador de velocidad activo (ACC) que mantiene la distancia respecto al vehículo precedente, el arranque y apertura del coche sin llave (Kessy Entry System), así como una nueva generación de sensores de aparcamiento delantero y trasero y una cámara de visión trasera de mayor calidad. La pantalla táctil de 8 pulgadas, por primera vez integrada en el salpicadero, da acceso al sistema de conectividad compatible con Apple Car Play, Android Auto y Mirror Link, y redondea un interior en el que se percibe el esfuerzo realizado en mejorar la calidad percibida.
