Los primeros pasos del Lexus NX300h

Gaby Esono.- Ya se están enseñando las primeras unidades del Lexus NX300h, anunciado hace poco más de un mes. De momento, son modelos de preserie, funcionales -el de la presentación de hoy se ha movido unos metros…- pero no definitivos, porque la producción en serie comenzará en Japón en julio de 2014 y las primeras unidades llegarán a los concesionarios a partir de octubre.

De lo que se trataba era de comprobar si la sugerente estética de las imágenes oficiales se correspondía con su presencia real, y sí, se corresponde. Aunque estas cosas ya se sabe que dependen mucho de los ojos con que se miren, diría que se trata de uno de los SUV más resultones.

Lexus, de hecho, ya tiende a acertar en los diseños, pero en este caso era muy importante conseguir una línea muy distintiva, porque el Lexus NX300h se las va a tener que ver con unos cuantos objetos de deseo dentro del pujante segmento de los SUV premium de tamaño medio.

Si los BMW X3, Audi Q5 y Mercedes-Benz GLK fueron durante años las referencias, la irrupción del Range Rover Evoque (es más pequeño, pero atrae miradas de todos lados) y más recientemente del Porsche Macan hace pensar que el Lexus NX300h llega un poco tarde. O no tanto, porque la marca cuenta con vender las 400 unidades (o 500, dicen…) que tiene de momento adjudicadas para 2014 y que desembarcarán en Europa partir de octubre.

Así que lo que tendremos es un SUV de aspecto atractivo que cuenta, además, con el principal signo de identidad de la marca: la propulsión híbrida. En esta ocasión, al contrario que en el Lexus RX450h, esta configuración mecánica-eléctrica no va asociada indisolublemente a la tracción total. El Lexus NX300h contará con versiones 4×2 y 4×4, que se distinguirán por la incorporación de un motor eléctrico en el eje trasero, sin conexión con el delantero, que se activa en función de las necesidades de motricidad de cada momento.

No estamos, pues, ante un todoterreno con grandes aptitudes fuera del asfalto, sino en un coche «diferente» y pensado para familias jóvenes. Por fuera está claro, porque su diseño llamará la atención de gente con un perfil diferente al del Lexus RX. Y por dentro, en realidad, también. Es muy atractivo, concentrado en el conductor, que se sentirá muy bien sujeto en unos asientos de diseño espectacular.

Detrás la impresión también es positiva, porque la calidad percibida se mantiene en unos estándares de primer nivel, lo mismo que la ergonomía. No tanto la habitabilidad, que no puede disimular la pérdida de los 15 cm de longitud respecto a su hermano mayor, ni las consecuencias de la pronunciada caída de la línea del techo.

Sin el techo panorámico, en Lexus aseguran que una persona de 1,90 metros cabe detrás sin problema, pero con él, mis 1,73 metros tocaban con la cabeza en el tapizado, independientemente de que el respaldo estuviera más o menos inclinado. Por el contrario, la ausencia de túnel central permite que el tercer ocupante se sienta mejor tratado de lo habitual en esa plaza.