A pesar de no ser precisamente una de las marcas de lujo más arraigadas en nuestro mercado, Lexus poco a poco ha ido haciéndose notar gracias a apuestas que no pueden tacharse precisamente de convervadoras.
Así, como derivación premium del gigante Toyota, Lexus se ha postulado como la mayor referencia en propulsión híbrida en los segmentos más elitistas, hasta el punto de que ya ha desechado por completo las escasas opciones diésel que había llegado a ofrecer y, a cambio, ya cuenta con al menos un híbrido en todas sus gamas.
E híbrida será, con toda seguridad, la nueva gama de crossovers de tamaño medio basada en el Lexus LF-NX, un concept car cuyos 4.640 mm de longitud y 2.700 mm de batalla lo sitúan en la órbita de los BMW X3, Audi Q5 y Mercedes-Benz GLK. Aunque el frontal de este prototipo no renuncia al inconfundible aire de familia de la marca, en Lexus han apostado por unas líneas mucho más radicales de lo que nos tiene acostumbrados, con el firme propósito de girar cabezas al pasar y generar opinión entre el público.
Muy claro lo deben tener, pues, porque de forma similar a lo que sucedió con los antecesores del Lexus GS, el IS o el CT, el próximo SUV de Lexus tomará un 85% de las líneas maestras del LF-NX.
El equipo propulsor del prototipo es, como cabía esperar, un full hybrid que la marca denomina Lexus Hybrid Drive. En él se combinan un motor de gasolina de ciclo Atkinson de 2,5 litros y 4 cilindros con otro motor eléctrico con capacidad para mover el coche.
