El nuevo Kuga entra en la familia Ford

Ford Europa en particular y la planta de Almussafes en particular tienen puestas muchas esperanzas en el nuevo Kuga. No en vano, el nuevo SUV, que lleva produciéndose en la planta valenciana desde el pasado noviembre, es la pieza central de la estrategia de la firma del óvalo para incrementar su penetración en el mercado europeo.

Aunque sigue el actual lenguaje de diseño de la marca, el diseño exterior de este Kuga mantiene unas líneas bastante continuistas respecto a su predecesor. Poco más que el nombre conserva de él, sin embargo, ya que en Ford se han esforzado por mejorar la habitabilidad y el equipamiento de seguridad y confort del SUV compacto, que seguirá teniendo en modelos como el Volkswagen Tiguan, el Kia Sportage, el Toyota RAV4 o el Honda CR-V a algunos de sus principales rivales. Así, aparecen en la lista de equipamentos disponibles elementos como el Active Park Assist, el detector de ángulos muertos (BLIS), el monitor de conducción segura o el asistente de mantenimiento de carril, entre otros.

La capacidad del maletero, que ahora cuenta con el sistema manos libres de apertura y cierre del portón (Ford Hands Free), también se ha incrementado sensiblemente, ya que los 456 litros superan en 46 litros el de la primera generación. Si se abaten los asientos traseros, caben 1.653 litros, lo que representa un incremento de 248 litros.

El otro apartado en el que se ha trabajado es el de la mejora de la eficiencia de su gama de motores, que ahora recibe la nueva generación EcoBoost. De momento, la oferta de gasolina se limita al 1.6 EcoBoost de 150 CV, únicamente con tracción delantera y cambio manual de 6 velocidades.

Es en los propulsores 2.0 Duratorq TDCi donde se concentrará, por tanto, el grueso del catálogo del Ford Kuga. El básico, de 140 CV, está disponible con tracción 4×2 y cambio manual, o bien con el sistema 4×4 inteligente y transmisión manual o el cambio automático Powershift, mientras que el tope de gama será el 2.0 TDCi de 163 CV asociado de serie a la tracción a las cuatro ruedas y a la caja automática.

El sistema de tracción total está configurado para funcionar de forma específica en función de la velocidad. A baja velocidad se da prioridad al agarre, mientras que a partir de 30 km/h se ha tratado de incrementar la precisión, algo a lo que contribuye el control de reparto de par (herencia recibida del desarrollo del maravilloso Ford Focus RS), que frena la rueda interior cuando ésta pierde tracción en una curva.

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