Prueba SEAT León FR TDI 184: sueño de infancia

Valoración

 

 

Prueba realizada por Gaby Esono

Cuando hace unos meses pasó por mis manos un SEAT León SC con el motor 2.0 TDI de 150 CV, tras la prueba confirmó las buenas impresiones que me había causado el modelo que conduje durante la presentación, un 5 puertas con el mismo motor y acabado Style, el más “señor”, en contraste con el deportivo FR.

stampprueba seat leon fr tdi-103SEAT, sin embargo, ha desvirtuado estas siglas, acrónimo de Formula Racing. No en vano, cuando llegó al mercado, el primer SEAT León FR se planteó como una versión bastante deportiva pero de conducción asequible para el conductor medio. Con dos únicos motores a la venta, uno de gasolina y otro diésel, potentes (180 y 150 CV, respectivamente) para lo que se estilaba a principios de siglo, sus propietarios podían lucir orgullosos esas dos letras sabiendo que, bajo esa carrocería tuneada de fábrica (que siempre queda mejor que un trabajo artesanal, se pongan como se pongan los amantes del tuning), se escondía un modelo de prestaciones muy deportivas, no demasiado alejadas de las que ofrecían los Cupra contemporáneos.

prueba seat leon fr tdi-73Esta estrategia cambió en la última fase de la vida comercial de la segunda generación del León (y de paso también en el actual Ibiza), en la que el FR pasó a ser prácticamente un acabado más, disponible con motores mucho más modestos. Inmersa como está SEAT en un proceso de racionalización de su oferta (la reaparición del SEAT Toledo o la extinción del Exeo son claros ejemplos de ello), les pareció buena idea ofrecer la apariencia deportiva a un precio asequible. Yo no tengo nada que objetar a esta democratización, pero tampoco he preguntado a los que compraron las versiones de 210 CV qué les parecía que se pudiera fardar igual por 6.000 euros menos.

prueba seat leon fr tdi-111La fórmula, en cualquier caso, parece que les está funcionando, porque en la tercera generación del SEAT León la han aplicado desde el principio: tres motores de gasolina TSI, entre 122 y 180 CV, y otros dos diésel 2.0 TDI, uno más racional de 150 CV, y el que ves en las fotos y el vídeo, el SEAT León FR TDI 184, que se coloca en la cumbre de la gama, a la espera del próximo Cupra.

“Un diésel hace ruido; un diésel echa humo; un diésel no corre…”. Cuántas veces hemos tenido que oír eso y cuantas veces ha llegado el Grupo Volkswagen para corregir lo que hiciera falta. Junto con BMW, las marcas del consorcio al que pertenece SEAT son las que más y mejor han sabido sacar jugo de la alimentación por gasóleo, al menos en lo que a prestaciones puras se refiere, y este SEAT León FR es un claro ejemplo de ello.

prueba seat leon fr tdi-86A pesar de que sus 184 CV lo convierten en el diésel de cuatro cilindros más potente de SEAT, el bloque 2.0 TDI de este León FR no puede presumir de ser el más potente entre los generalistas, honor que le correspondería a los 195 CV que firma el 2.0 CDTi de origen Fiat que Opel monta en el Insignia y el Astra. Sí se distingue, sin embargo, por mezclar a partes iguales una respuesta excepcional a bajas y medias vueltas y un refinamiento muy destacado. Es diésel, no lo puede negar, pero para cuando te quieres dar cuenta de ello ya estás taladrando más allá de las 4.500 rpm, un régimen en el que ningún motor alimentado por gasóleo, salvo honrosas excepciones como el Skyactiv-D de Mazda, se sienten cómodos.

prueba seat leon fr tdi-70Por otra parte, la palanca de la caja de cambios no deja de pedirte que abuses de ella. No importa que el motor empuje con gran decisión desde bastante abajo (ofrece un par de 380 Nm entre 1.750 y 3.000 rpm). Su manejo es tan preciso y directo que le hace a uno dudar de si merece la pena el cambio automático DSG que SEAT acaba de incorporar a su oferta como opción (por 2.030 euros) con esta mecánica. Sea como fuere, este manual de 6 velocidades es de los hacen que a uno le apetezca ir a echarle un pulso a todas las carreteras de curvas que se encuentre a su paso.

prueba seat leon fr tdi-107Yo lo hice, y así me fue cuando apunté la media de consumo al devolverlo. Con 7,7 l/100 km, no ha sido desde luego el motor de su clase más sobrio con el que me he topado. Sus 184 CV tampoco incitaban a hacer conducción eficiente, para qué voy a decir otra cosa.

prueba seat leon fr tdi-89Pero hay un mayor culpable que su motor: su comportamiento, que es de lo mejor que uno se puede encontrar en un compacto, generalista o premium, me da igual. Ya se sabe que comparte el ligero chasis modular MQB con el resto de compactos del Grupo Volkswagen, que en las versiones más potentes además apoya el tren trasero en un eficacísimo esquema multibrazo, como si el tren semirrígido del resto de la gama no diera ya un estupendo resultado. La verdad, no sé cómo se lo monta SEAT; ni entiendo por qué a otras marcas les cuesta tanto hacerlo igual.

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Y es que el SEAT León, además de eficaz, es también divertido, porque se deja conducir y porque jugar con las inercias de este coche se acaba convirtiendo en un juego de lo más adictivo. Y no te lo pierdas, no es un coche incómodo.

prueba seat leon fr tdi-96Pese a todo esto, le he encontrado otro pero además del consumo: no me acaba de convencer el tacto del volante. A pesar de que la marca ha desarrollado el Driver Profile, de serie en los FR, que modifica el sonido del motor, la asistencia de la dirección o la respuesta del acelerador según se elija el modo Eco, Normal o Sport, durante la prueba no llegué a percibir que las diferencias entre ellos fueran demasiado radicales.

Un coche rojo y con letritas adheridas en la parrilla frontal suele ser un sospechoso habitual. Y quien lo conduce, también. Sospechosos de dar prioridad a las prestaciones frente a aspectos como el confort de marcha o la habitabilidad.

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Pues en este caso, nada que ver con la realidad. El SEAT León es un coche muy habitable en sus cinco plazas y con un maletero de volumen más que razonable (380 litros), aunque sin ser de récord.

prueba seat leon fr tdi-196Está bien insonorizado (eso permite escuchar mejor un equipo de sonido de gran calidad) y, a pesar de que el motor TDI no oculta su condición diésel, desde que el Grupo Volkswagen se pasó al sistema de inyección directa por common-rail se ganó claramente en refinamiento de marcha.

El puesto de conducción, además, es como un buen árbitro. Está tan bien conseguido y encuentras tan rápido la postura al volante que en cuanto inicias la marcha te olvidas de que estás en un asiento que te acoge con solidez y cariño a partes iguales, y de que todos los mandos están donde tienen que estar.

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Antes de empezar la prueba, pensaba que lo que más me gustaría del SEAT León FR sería su comportamiento.

prueba seat leon fr tdi-111Apoyado en unos tarados de suspensión específicos respecto al resto de acabados y en una suspensión trasera multibrazo exclusiva para los motores más potentes, se trata del compacto con el mejor comportamiento de todos los que he probado.

prueba seat leon fr tdi-69No tanto por su forma de trazar las curvas, que es ejemplar y permite divertirte sin tener la sensación de estar jugándote la vida, sino por la facilidad con que se pueden realizar con él recorridos de todo tipo sin que el confort se vea en absoluto penalizado.

Todo ello sumado a un motor con buena respuesta y una realización del interior con buenos materiales y ajustes hacen de este León un coche más equilibrado que su predecesor.

Los cambios introducidos en esta generación de los motores 2.0 TDI, que incorporan entre otros detalles el sistema Start&Stop, han mejorado su eficiencia.

prueba seat leon fr tdi-200Pese a ello, quizá por el talante prestacional de esta variante, el consumo no ha sido especialmente aquilatado. Tampoco me sedujo el excesivamente suave tacto de la dirección.

prueba seat leon fr tdi-82Respecto al interior, he echado de menos más detalles coloristas que distingan al FR del resto de versiones de la gama del SEAT León, aparte del volante, los asientos deportivos y las tapicerías. Bueno, estaba la luz interior roja cuando se pone el modo Sport, una gracia que, si se ha puesto de moda (Opel en el Astra, Citroën en el DS4 o Ford en el Focus, cada uno a su manera, también han hecho algo así), por algo será.

El nuevo SEAT León con este acabado y este motor reúne muchas de las condiciones que uno habría soñado de niño, y le suma otras tantas de las que a uno le hacen falta de mayor.

prueba seat leon fr tdi-91 ¿Se le podría pedir algo más al SEAT León FR? Pues claro. Por ejemplo, una ruedecita en la consola central para controlar con un dedo el sistema de infotaintment; o una lista de equipamientos opcionales que ocupara 20 páginas DIN A4 por las dos caras.

Pero entonces este coche ni costaría 26.010 euros ni se llamaría SEAT León.

 

Mi sentencia

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