Prueba BMW X3 xDrive20d: viajero familiar

Valoración



Prueba realizada por Gaby Esono

El BMW X3, en su primera generación lanzada en 2004, consiguió aunar por primera vez un comportamiento de turismo en prueba-bmw-x3-xdrive20d-34una carrocería de todoterreno. Alejado del tonelaje y las pretensiones de su hermano mayor y pionero en estas lides, el BMW X5, el SAV medio de Múnich (en BMW llaman «Sports Activity Vehicle» a los SUV…) aportaba ya en sus primeras versiones un dinamismo que sorprendió entonces, y se convirtió en un ejemplo a seguir.

prueba-bmw-x3-xdrive20d-19Gran parte de la sorpresa se debía, claro está, a que su carrocería tenía ciertos rasgos camperos que, al menos estéticamente, hacía que uno lo imaginara más trepando colinas accidentadas que callejeando por la gran ciudad. Pronto se vio, sin embargo, que el planteamiento de la firma bávara no iba nada desencaminado y que, aparte de la tracción total y la altura elevada, no era necesario dotarlo con accesorios trialeros que encarecieran el producto y para que luego sólo unos pocos acabaran utilizando.

prueba-bmw-x3-xdrive20d-62Hoy, a la vista de lo que se ve en el mercado se podría decir que esa estética campera parece estar de más en este segmento. El Audi Q5, por ejemplo, ya nació así y, en cuanto al Mercedes-Benz GLE, sustituto del Mercedes-Benz GLK, ha abandonado por completo las líneas cuadradotas por otras mucho más estilizadas, una tendencia en la que han seguido el cambio ya presente desde 2010 en la segunda generación del BMW X3, un veterano al que diversos retoques están permitiendo seguir vigente algún ejercicio más.

prueba-bmw-x3-xdrive20d-49De esta manera, sin renegar del todo de su identidad off-road, el SAV alemán es cada vez más un familiar alto y atractivo, más elegante y pulidito, y se aleja de aquel lado ligeramente agreste que le hizo famoso y que parece que ya no atrae tanto al público. Y si no me crees, pregúntale a Land Rover…

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