Museo Lamborghini: Islero

Roger Escriche. – Si hay un Lamborghini olvidado, éste es el Islero. Su sobriedad estética parecía evitar a toda costa el riesgo desplegado dos años antes en el Miura, o incluso en el Espada, un modelo presentado ese mismo año. Y todavía más después de las evocadoras líneas del 400 GT 2+2.

Sin embargo, el Islero es un paso completamente lógico para la entonces jovencísima firma italiana, una auténtica actualización del 400 GT 2+2 que mantenía la impecable parte mecánicapero modernizaba a fondo las formas exteriores.

El Lamborghini Islero fue presentado en el Salón de Ginebra de 1968. Montaba el mismo propulsor V12 de 4.0 litros del 400 GT 2+2 sin modificaciones importantes, aunque en conjunto era casi 200 kg más ligero.

Tras la quiebra de la legendaria Carrozzeria Touring, la construcción del Islero se encargó a Marazzi, una compañía en realidad poco equipada que no supo alcanzar los estándares de calidad exigidos por Lamborghini. Si bien los acabados y el interior rebajaban las expectativas creadas por los primeros modelos de la factoría de Sant’Agata Bolognese, entre las mejoras que proporcionó el nuevo diseño se encontraban un aumento del espacio en las plazas traseras y en el maletero. El equipamiento de serie incluía elevalunas eléctricos y aire acondicionado.

En 1969, el Islero dejó paso al Islero S, con un motor todavía más potente, un interior revisado y una suspensión más eficiente heredada del Espada, presentado un año antes.

En carretera, el coche era tan excepcional como sus predecesores. Como siempre, el V12 con cuádruple árbol de levas se levaba todos los elogios, y esta vez con todavía mayor suavidad de funcionamiento. La dirección era sin embargo mejorable, mientras que las suspensiones endurecidas provocaban más pérdidas de tracción que en el 400 GT 2+2.

Cochesafondo en el Museo Lamborghini I

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