Prueba Audi TT Coupe 2.0 TDI quattro: autosatisfacción

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Prueba realizada por Gabriel Esono

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Hoy en día, cualquiera puede decir que hace un coupé en el segmento de los compactos. Basta con coger la típica carrocería de 5 puertas, inclinar un poco la luneta trasera, cambiarle los pilotos y mandar imprimir miles de catálogos con la mágica palabra.

Con eso de que el término coupé aglutina por una parte deportividad y por la otra elegancia, es fácil entender que muchas marcas sucumban a la tentación de usar -y abusar- de esas cinco letras, con tal de dar un carácter diferencial a su producto.

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Así lo hace Renault con la variante 3 puertas del actual Mégane, igual que Citroën hacía con el extinto C4. En realidad, la lista es infinita y se extiende a lo largo y ancho del mercado automovilístico, de modo que no hace falta ser un purista para, en ciertas ocasiones, llevarse las manos a la cabeza.

Afortunadamente, no todo es pragmatismo absoluto entre los fabricantes de coches de poco más de 4 metros. Los hay que, como Audi con su TT, apuestan por definir carrocerías específicas, con temperamento propio, que cumplen de verdad con todas las premisas que se esperan de un automóvil deportivo.

Otro ejemplo sería el Volkswagen Scirocco, que no por casualidad comparte muchos elementos con el 2+2 de Ingolstadt. Otro, salvando las distancias, sería el Serie 1 Coupé de BMW, mucho más clásico, pero en cualquier caso alejado del CLC de Mercedes-Benz, que a pesar de pertenecer también a la clase premium se aleja definitivamente del concepto del Audi TT, cuyas

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proporciones han sido sin duda una inspiración para la gente de Peugeot, creadores del RCZ, una alternativa algo más generalista y luminosa que la de los sobrios alemanes. Qué pena que Fiat no haya prolongado la vida del osado Coupé de los ’90.

Pero si queremos estar preparados para lo que viene mejor dejar a un lado la nostalgia. Un Audi bajito, con dos plazas más dos huecos detrás y con tracción a las cuatro ruedas obliga a abrir los ojos y estar bien atentos. Ahora veamos en esta prueba si las siglas TDI que luce detrás están a la altura de lo deseado.

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