Volkswagen presenta en Berlín el Golf VII

Volkswagen ha echado el resto en la séptima edición de su modelo más emblemático, con permiso del simpático Escarabajo. Nadie podía esperar una revolución en su diseño, que en sus casi cuatro décadas de historia ha evolucionado lo justo para que cada generación guste a muchos y no disguste a nadie.

En esta ocasión, sus formas conservadoras, especialmente en el frontal, guardan una similitud quizá excesiva con su hermano pequeño, el Volkswagen Polo, aunque las proporciones de la carrocería (ese pilar C y esa línea del techo son firma de la casa) no dejan lugar a dudas de que se trata del compacto del que la firma de Wolfsburg ha logrado colocar más de 29 millones de unidades.

Dado que estamos en la época de la eficiencia, no sorprende que Volkswagen haya hecho especial hincapié en mejorar los consumos y emisiones de su nuevo modelo, que contará una vez más con una versión BlueMotion. Esta denominación, que define a las variantes de mejor aprovechamiento de su gama, alcanza en esta ocasión una cifra de consumo que nos remonta a los tiempos del antiguo y caro Lupo 3L.

Apoyado en una nueva generación de motores TDI, el Golf BlueMotion declara un consumo medio de 3,2 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 85 g/km. Cuatro cilindros, sobrealimentación, inyección directa y culata de cuatro válvulas por cilindro es la fórmula utilizada para ofrecer una gama turbodiésel que va de los 105 CV a los 150 CV.

Los propulsores de gasolina TSI también combinan la inyección directa con la sobrealimentación, pero para esta generación se ha añadido al catálogo el sofisticado 1.4 TSI de 140 CV equipado con el sistema de Gestión de Cilindros Activa (ACT), que desactiva dos de los cuatro cilindros en situaciones de poca demanda de potencia para reducir los consumos. La base de la oferta será el TSI de 85 CV.

De todas las novedades que presenta el nuevo Golf, la más significativa se encuentra sin embargo en los diversos procesos de construcción y componentes que han permitido aligerar hasta 100 kg el conjunto. Su estructura, compuesta por la Plataforma Modular Transversal (MQB), parte de un nuevo concepto de chasis que puede adaptarse a muy variados tipos de vehículos, de manera que se puede amortizar mucho más fácilmente sus costes de desarrollo.

Se ha alargado la distancia entre ejes unos muy significativos 59 mm respecto al Golf VI y se sitúa en 2.637 mm. Su carrocería es, además, 56 mm más largo (4.255 mm), lo que permite entre otras cosas que la capacidad del maletero alcance los 380 litros, 30 litros más que antes, pero aún lejos de los 408 litros del Citroën C4.