Volkswagen Golf VI: la saga infinita

Los cambios efectuados en este modelo permiten afirmar, sin embargo, que el Golf VI es mucho más que una mera evolución de las versiones anteriores. Estéticamente destaca el frontal, que cuenta con una parrilla negra brillante, el mismo color del fondo de las luces delanteras, de forma que sigue el camino marcado por el nuevo Scirocco lanzado este mismo 2008. Lo mismo puede decirse de los hombros, muy prominentes y que fortalecen la sensación de robustez que siempre ha caracterizado a esta berlina, apoyada asimismo en el característico pilar C de generosas dimensiones. Con 4.199 mm de longitud tanto para la carrocería de 3 como la de 5 puertas, el Golf es ahora medio centímetro más corto, mientras que la anchura es 20 mm mayor, con 1.779 mm, para una altura que se mantiene invariada. Al conservar la misma plataforma la distancia entre ejes sigue siendo de 2.578 mm, aunque a consecuencia del nuevo diseño el voladizo delantero ha pasado de 880 a 868 mm, mientras que el trasero se ha alargado hasta los 753 mm (7 mm más que antes).

Dinamismo asegurado

Entre las opciones más significativas, aparte de las ya señaladas, se encuentran el navegador con pantalla táctil, la tapicería de piel con asientos eléctricos y calefactables o los airbags laterales traseros (sólo con la carrocería de 5 puertas).

La variedad de opciones lo distinguen de su competencia más directa, pero los precios de la gama se colocan un escalón por encima de los de modelos como el Renault Mégane, Peugeot 308, Seat León, Opel Astra o Ford Focus, aunque sin llegar a los niveles de las marcas premium, como el BMW Serie 1, el Volvo C30 (sólo disponible con 3 puertas), o el Audi A3.

El common-rail y el DSG se extienden

Pese a que estos motores ofrecen sobre el papel un rendimiento muy elevado, la llegada de cualquier generación del Volkswagen Golf implica necesariamente esperar con impaciencia su versión más mítica: el GTI.