¿Conoces las auténticas ventajas y desventajas de los neumáticos de invierno?

Gaby Esono.- Cualquier conductor que haya circulado por una carretera nevada se ha encontrado alguna vez con la señal de prohibición de continuar sin colocar las cadenas.

Es más, apostados a menudo antes de entrar en la zona en cuestión, un par de diligentes guardias civiles se encargan de dar el oportuno alto a todo vehículo que se les acerque sin emitir el inconfundible tintineo metálico saliendo de las ruedas tractoras (normalmente…).

Las cadenas han sido, y siguen siendo, el único recurso de emergencia realmente eficaz cuando la nieve o el hielo en la carretera aparecen en la carretera. Pero hay que recordar que solo son eso, un recurso de emergencia.

Frente a este accesorio, algunas de las principales marcas (Bridgestone, Continental, Goodyear, Michelin y Pirelli) han iniciado una campaña en la que están dando a conocer las ventajas de los neumáticos de invierno y posicionarlos como una alternativa real a los convencionales.

Hasta hace poco, los neumáticos de invierno se marcaban con el código M+S, siglas de Mood + Snow (barro y nieve). Ahora, para facilitar su identificación, se ha añadido a ese código un pictograma con forma de montaña de tres picos y un copo de nieve. Pero no es la única diferencia.

Esta particular construcción de los neumáticos de invierno les permite ofrecer un rendimiento muy superior en superficies deslizantes, no necesariamente extremas como hielo y nieve, sino también en suelo mojado.

Para demostrarlo, las marcas de neumáticos organizaron una sesión de pruebas en las instalaciones de la Escuela de Conducción del Racc del recinto del Circuit de Catalunya.

Diez Renault Clio de la escuela montaban neumáticos de las cinco marcas, unos de verano y otros de invierno, con las que realizamos diversas pruebas sobre suelo con adherencia similar al hielo: frenado en curva, comportamiento en curva, arranque en cuesta y aceleración (había un par de unidades de «exposición», una con neumáticos de invierno y otra con cadenas). Pese a que las velocidades a las que se hacían los ejercicios eran algo inferiores a las habituales en carretera abierta, pudimos comprobar las siguientes:

Éstas son las principales características de los neumáticos de invierno, ya conocidas de siempre. Lo que las marcas están tratando de difundir es que este producto es igualmente válido durante más meses al año de lo que se suele creer y también en zonas no exclusivamente montañosas. Si se conduce habitualmente en una región lluviosa, la mejora en seguridad ya es un argumento suficiente para pensar en estos neumáticos.

¿Las desventajas? Pues algunas son sutiles (una mayor sonoridad) y otras no tanto (si no quieres gastarlos en verano, necesitas un espacio para guardarlos). Las hay, sin embargo, que forman más bien parte de la cultura popular, que no ha evolucionado a la misma velocidad que los propios neumáticos de invierno.