

El juego delantero, que está bajo el parabrisas, cuenta con un sistema hidráulico que permite elevar el coche 40 mm tocando un botón, para superar pequeños obstáculos. Respecto al posterior, se ha ubicado cerca del motor para optimizar el reparto de masas.
La conexión entre los conjuntos muelle-amortiguador y las ruedas es responsabilidad de unos esquemas de dobles triángulos de aluminio en ambos ejes, que se encargan de transmitir las irregularidades del asfalto a los componentes elásticos.


Además del aluminio forjado con el que se componen las piezas de la suspensión, se hace un uso muy extendido del carbono en gran parte de sus componentes. Si entre la masa suspendida el chasis es básicamente de este material, la masa no suspendida cuenta con unos discos de freno fabricados con un compuesto carbo-cerámico.

Y, para acabar de conseguir un comportamiento dinámico mínimamente civilizado, al nuevo Lamborghini V12 le montarán delante unos neumáticos 255/35 R 19 y detrás unos 335/30 R 19.