Suavidad extrema con el Toyota Avensis Autodrive S

Madrid.- El cambio, que la firma nipona denomina Autodrive S, sólo está disponible con el motor 2.2 D-4D de 150 CV. Cuenta con seis velocidades y puede accionarse de forma manual-secuencial, tanto desde la tradicional palanca como desde las levas colocadas en el volante.

La gestión electrónica AI-SHIFT (Control de cambio con inteligencia artificial) juega un papel esencial en el funcionamiento de este cambio. Diferentes sensores miden el ángulo de apertura de la mariposa, la fuerza de frenado y la velocidad del coche y el motor, y en función de ellos ajusta el patrón de cambio. De esa manera la caja es capaz de ajustarse a las necesidades de respuesta en cada momento de la conducción. Y si se quiere realizar una conducción más dinámica, se puede accionar el modo Sport.

El propulsor es ya conocido en la gama Avensis. Sus 150 CV de potencia y sus 340 Nm de par lo colocan en lo más alto de la oferta de este modelo del segmento medio-alto. Sus consumos varían entre 6,4 y 6,5 l/100 km para el sedán y los 6,6 y 6,7 l/100 km para la carrocería familiar, en función del equipamiento.

A pesar de que este tipo de mecánica es la más vendida, se echa de menos alguna variante más prestacional, como sí ocurre entre su nutrida competencia, formada por modelos como el Peugeot 407, el Citroen C5, el Renault Laguna, el Ford Mondeo o el Opel Insignia, sin olvidar al nuevo Seat Exeo y los representantes de marcas premium, como el BMW Serie 3 o el Audi A4.

Algunos de los argumentos del Avensis son una calidad de producto que está teniendo una buena repercusión en el mercado, y un completo equipamiento, que se puede ampliar con los faros bixenón (1.200 €), el sistema de navegación (1.000 € o 2.500 € el Premium) o el techo panorámico para el CrossSport (800 €).