Jaguar eligió territorio hostil para presentar el C-X17, un prototipo con forma de crossover y 4.718 mm de longitud cuya versión definitiva plantaría cara a los bien establecidos Audi Q5, BMW X3 y Mercedes-Benz GLK.
Este concept car ha servido a la marca para desvelar el desarrollo de una nueva plataforma monocasco de aluminio, denominada iQ[AI], sobre la que se desarrollarán una gran variedad de modelos. El primero de ellos, sin embargo, no será este crossover, sino una berlina del segmento C/D premium (para entendernos, del estilo del Audi A3 Sedán y el Mercedes-Benz GLA) que será lanzada en 2015.
Jaguar asegura que el nuevo chasis permitirá asimilar motores de muy alto rendimiento, para alcanzar velocidades por encima de la barrera de los 300 km/h, aunque el otro objetivo es ofrecer vehículos con emisiones de CO2 por debajo de los 100 g/km.
El futuro sedán, en cualquier caso, se distinguirá más por esto segundo que por lo primero, ya que además del chasis también será el encargado de estrenar una nueva generación de motores de cuatro cilindros de gasolina y diésel desarrollada por Jaguar y Land Rover, con los que se complementará la oferta iniciada con el V6 de gasolina visto en el Jaguar F-Type.
