


Cuenta con cuatro motores eléctricos que despliegan toda su energía gracias a las baterías de ion-litio a las que están conectados. Cuando se circula sin ruido, la autonomía sorprende poco, con 109 km que apenas dan para hacerse una ligera idea de lo que este coche es capaz de ofrecer.

Volviendo a los propulsores principales, cada uno de ellos funciona de forma independiente, asociado a cada rueda, lo que convierte a este superdeportivo en un tracción total, y entregan por su cuenta y riesgo nada menos que 145 kW, es decir, poco más de 197 CV que, combinados, suman un total de 789 CV, impresionante, pero no de récord. El par acumulado, en cambio, sí es de los que quitan el hipo, con 1.600 Nm de fuerza. Como referencia, basta decir que el Bugatti Veyron, el coche de producción más potente del mundo, con 1.001 CV procedentes de su motor W16, se contenta con 1.250 Nm.
De acuerdo que el Jaguar es un laboratorio rodante, de ahí que las cifras que maneja y las ventajas de su peculiar sistema de transmisión a las cuatro ruedas son más bien teóricas, pero la semilla está plantada.


La aerodinámica activa es otra de las lindezas técnicas del Jaguar C-X75 Concept, un modelo inspirado en el prototipo XJ13 y que cuenta, entre otros detalles, con una parrilla delantera que se abre sólo cuando es necesario, o con un difusor trasero de fibra de carbono.