
Para empezar cuenta con un sistema de propulsión 100% eléctrico, desarrollado conjuntamente con el fabricante de neumáticos Michelin. Consiste en dos conjuntos motor-rueda traseros, cuya compacidad permite maximizar el volumen interior. Este sistema desarrolla una potencia de 20 CV, con lo que el Peugeot BB1 puede homologarse como cuadriciclo. El par máximo en rueda, sin embargo, es propio de propulsores de combustión interna mucho más potentes, con una cifra de 640 Nm.
Alimentados por dos packs de baterías de ion-litio situadas bajo los asientos, dichos motores permiten a este concepto acelerar de 0 a 30 km/h en 2,8 segundos, mientras que la recuperación de 30 a 60 km/h se logra en 4 segundos.
La autonomía del conjunto de baterías llega a los 120 km.

La dirección eléctrica, gobernada mediante un manillar, los dobles triángulos de suspensión delanteros y traseros, y los conjuntos muelle-amortiguador, están concebidos especialmente para el mover con agilidad al Peugeot BB1 por el tráfico de la ciudad. La carrocería está conformada por una ligera célula de carbono en la que se ha prestado especial atención a preservar la estanqueidad.

La amplia superficie acristalada y un techo con un doble abombamiento, al estilo del visto en el Peugeot RCZ, contribuyen a mejorar la vida a bordo.
En el techo se han instalado células fotovoltaicas blandas, de última generación, en colaboración con Ocean Vital. Gracias a ellas, la ventilación del habitáculo funciona de forma constante mientras haya luz disponible.