
Los ingredientes con los que se ha elaborado esta combinación han sido sencillos de reunir. El motor V10 5.2 FSI, lubricado mediante cárter seco, entrega en el R8 Spyder 525 CV que impulsan los 1.720 kg de su cuerpo de aluminio de 0 a 100 km/h en 4,1 segundos. Y si te empeñas, no para hasta alcanzar los 313 km/h.

Para mantener pegado el coche al suelo, el bastidor se ha conformado con suspensiones construidas con dobles triángulos de aluminio en cada rueda, sobre los cuales se ha montado de serie la tecnología de amortiguación variable Audi magnetic ride. Opcionalmente, se pueden montar amortiguadores deportivos convencionales. Los neumáticos, montados sobre llantas de 19″ con diez radios en forma de Y, miden 235/35 delante y 295/30 detrás. Si no tienes suficiente, detrás aún puedes montar 305/30.

