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Ferrari pretende acercarse con este vehículo a un público que hasta la fecha los consideraba como una marca demasiado deportiva. Uno de los aspectos que marcan un punto de inflexión en la marca es que es el primer coche de la firma del caballino rampante con techo descapotable metálico. Así pues, el California es un coupé-cabrio que sigue la estela de coches como el Mercedes-Benz SL.
Introducirse en su interior no resulta mucho más complicado que hacerlo en un BMW M3. Carece de palanca de cambios, ya que equipa de serie levas en el volante con cambio de doble embrague. El reloj central es el del cuentarrevoluciones que llega hasta las 10.000 vueltas con la zona roja a partir de las 8.000 rpm. El velocímetro se encuentra en el lado izquierdo y marca hasta los 340 km/h.
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Pese a ser el vehículo más racional de Ferrari, su motor V8 4.3 de 460 CV le permite alcanzar los 100 km/h desde parado en menos de cuatro segundos, y deja más que claro que sus clientes podrán disfrutar al volante. Las plazas traseras, como es habitual en este tipo de coches, están pensadas para niños pequeños.
