Lo que sí podemos contaros es que el nuevo BMW X3 crece en todas las medidas, ya que es 8 cm más largo (465 cm), 3 cm más ancho (188 cm) y 1,2 cm más alto (169 cm) que no lo hacen pasar por un X5, pero casi.
De hecho, ésta era una de las condiciones necesarias en la renovación del pionero entre los SUV compactos premium, que así gana empaque frente a sus rivales naturales, el Audi Q5 o el Mercedes GLK, o los «invasores» Volkswagen Tiguan y Ford Kuga.
No sólo el dinamismo asfáltico sale ganando, sino que el interior se beneficia de un maletero de mayor capacidad, ya que con 70 litros más alcanza ahora los 550 litros. Por otra parte, los pasajeros traseros irán más holgados, gracias a los 2,3 cm de distancia extra para las piernas con la que cuentan en el nuevo X3, que además ha visto reducido el tamaño del túnel de la transmisión.
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El BMW X3, que dejará de producirse en la planta austríaca de Graz para trasladarse a la que la firma de Múnich tiene en Carolina del Sur (EEUU), estará disponible inicialmente con dos motorizaciones: el diésel tetracilíndrico 2.0 de 184 CV para el X3 20d, y la última versión del 3.0 de seis cilindros en el X3 35i que, dotado de un turbocompresor e inyección directa de gasolina, entrega 306 CV y 400 Nm de par motor.
Entre sus equipamientos opcionales, destacará el chasis adaptativo, que permitirá modificar los parámetros de funcionamiento de la suspensión, dirección, respuesta del acelerador y rapidez del cambio.
