La tercera generación del Skoda Octavia recibe un restyling que ha servido de excusa para incorporar importantes mejoras de equipamiento en el modelo más vendido del fabricante checo.
Exteriormente, el nuevo Skoda Octavia recibe un frontal y una parte trasera rediseñados, en los que destacan los faros delanteros de nuevo diseño, con tecnología full-LED opcional, aunque donde este modelo ha dado un significativo salto adelante es los dispositivos de infoentretenimiento, ahora con pantallas táctiles y con la posibilidad de integrar el sistema Skoda Connect para conectar con servicios móviles en línea, o los sistemas de asistencia a la conducción de última generación.
Disponible tanto en versión berlina de 4 puertas más portón (maletero de 590 a 1.580 litros de capacidad) como con la carrocería familiar (desde 610 a 1.740 litros), en las que se mantienen la destacada habitabilidad interior que ha caracterizado tradicionalmente al Octavia (73 mm de espacio para las piernas de los ocupantes traseros), su gama se extenderá alrededor de 5 motores de gasolina TSI y 4 propulsores turbodiésel TDI, con potencias que van desde los 84 a los 184 CV, cajas de cambio manuales o DSG de 6 o 7 velocidades según motor, y con la posibilidad de asociar el 1.8 TSI y el 2.0 TDI con tracción a las cuatro ruedas.
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Skoda llama la atención sobre el denominado Control Dinámico de Chasis (DCC), que permite elegir entre varios niveles de dureza de la amortiguación (Confort, Normal y Sport).
En España, el nuevo Skoda Octavia podrá solicitarse en los concesionarios de la marca a finales de 2016, y las primeras unidades llegarán a partir de principios de 2017.
