Nuevo Mini: nunca caminarás solo

Ahora los faros cuentan con una nueva configuración y, excepto en el Mini John Cooper Works, se pueden solicitar con los reflectores negros que estrenó el Mini 50 Camden, el modelo con el que la marca inglesa celebró su aniversario. Ahora está disponible la opción de faros bixenón con luz activa curvas, que orienta el haz luminoso en función del ángulo de giro del volante, del giro del coche respecto a su eje vertical y de la velocidad.

También cambia el diseño de los intermitentes laterales, aunque más llamativos son los nuevos pilotos traseros, que integran la tecnología LED para la luz de marcha atrás y el freno. Ésta estrena el funcionamiento dinámico, con lo que aumenta la intensidad de iluminación si se frena con fuerza. La vista trasera sale reforzada asimismo con el nuevo parachoques, en cuya parte inferior resguarda la luz antiniebla y la de marcha atrás.

Para las versiones Mini John Cooper Works (el tres puertas y el Clubman) se ofrece, por vez primera, la combinación del color Chili Red del techo y los retrovisores exteriores con otro de los cinco tonos de carrocería a elegir. Además, opcionalmente las llantas de 17″ pueden ser de color negro sin sobrecoste.

La gran variedad de colores de carrocería y llantas disponibles combinan con la no menos extensa gama de tapicerías e inserciones decorativas del interior.

Por otra parte, se ha modificado el diseño de gran parte de los mandos, ahora de color negro, que han visto asimismo mejorado su tacto y calidad.

Hasta el infinito y más allá

La renovación de la gama Mini ha traído consigo la sustitución de los motores turbodiésel por otros de nueva generación, más eficientes. Este bloque tetracilíndrico de aluminio cubica ahora 1.598 cc, en lugar de los 1.560 cc del anterior de origen PSA Peugeot-Citroën, y en su diseño se han respetado la relación entre diámetro y carrera de los cilindros de los propulsores de dos litros diésel de BMW.

Este nuevo propulsor diésel entrega, en el Cooper D, 112 CV a 4.000 rpm (antes 110 CV) y ha visto incrementado el par motor hasta los 270 Nm entre 1.750 y 2.250 rpm (30 Nm más que en el anterior). En el Mini One D, la potencia se ha dejado en 90 CV y el par en 215 Nm, aunque lo que más destaca de este modelo es su nivel de emisiones de CO2, que por primera vez en un Mini se queda en 99 g/km. El Cooper D declara 103 g/km y, en ambos casos, se ha homologado un consumo medio de 3,9 l/100 km.

Respecto a las mecánicas de gasolina, la base sigue intacta: el 1.6 que puede entregar potencias que van desde los 75 CV del urbano Mini One Minimalist a los 211 CV del radical Mini John Cooper Works.

En todos ellos se monta la tecnología Valvetronic de gestión variable de las válvulas. Con él, la entrada de aire a la cámara de combustión se regula a través del tiempo y alzada de las válvulas de admisión, con lo que se puede prescindir de la tradicional mariposa en el colector y se mejoran el consumo y las emisiones.

El Mini One «a secas» desarrolla 98 CV, que se elevan a 122 CV en el caso del Cooper. En ambos casos (como el One Minimalist) la alimentación es atmosférica, mientras que en los Cooper S se recurre de nuevo a un turbocompresor tipo Twin-Scroll combinado con inyección directa de gasolina.

Así pues, el nuevo Mini Countryman se rodea de una familia Mini completamente puesta al día, que mantiene de ese modo intacto el encanto de las tres carrocerías conocidas hasta ahora: el Mini, el Mini Cabrio y el Mini Clubman.