


Según Mercedes-Benz, los dos sistemas se encuentran, además, en un grado muy avanzado de desarrollo, prácticamente apto para su implementación en vehículos de serie.

Este modelo alcanza un consumo certificado de 2,9 l/100 km y unas emisiones de CO2 de 68 gr/km. Al mismo tiempo, la eficiencia del F 800 Style con sistema híbrido enchufable le permite desarrollar prestaciones equiparables a las de un deportivo con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos. La velocidad máxima en régimen eléctrico es 120 km/h.


Los componentes del equipo de propulsor por pila de combustible proceden del sistema modular E-Drive. La pila de combustible está instalada en la sección delantera del vehículo, y el motor eléctrico se sitúa junto al eje trasero. La batería de ion-litio se monta detrás de los asientos traseros, donde queda protegida de los efectos de una posible colisión. También están a resguardo los cuatro depósitos de hidrógeno: dos de ellos se alojan en el túnel de la transmisión, entre los pasajeros, y otros dos debajo del asiento trasero.