Woking (Reino Unido).- Cuando un fabricante es capaz de hacer que el vigente campeón del mundo de Fórmula 1 se ponga al volante de uno de sus coches, hay que reconocerle el mérito.

Puede que de esto no se hable hasta dentro de unos años, cuando los grandes libros del automóvil, con tapas duras y preciosas ilustraciones, pueblen las estanterías de las librerías, especializadas o no.
Hoy, sólo McLaren puede presumir de haber conseguido algo así y, tal como están las cosas, será difícil que se repita semejante acontecimiento. El polémico Lewis Hamilton y el simpático Jenson Button cambiaron por un rato la cara de perro de una carrera, a los mandos de un McLaren-Mercedes MP4-25, por una amplia sonrisa sentados cómodamente (es un decir) en el cockpit del McLaren MP4-12C.


Así pues, muertos de la envidia por ver lo bien que se lo pasan cuando tienen un rato libre, te dejamos este vídeo.
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