
El sistema SCR será acoplado al propulsor de 2.2 litros turbodiésel, que a pesar de sus dimensiones generosas superará la normativa anti polución EU5. Como en los modelos BlueTEC de Mercedes-Benz, la purificación de los gases de escape se consigue vaporizando una solución de urea acuosa antes de que estos circulen por el catalizador. La reacción química generada reduce hasta un 40% la cantidad de gases NOx que se emiten a la atmósfera.

Mazda también presentará en el Salón de Frankfurt otras tecnologías de eficiencia energética para ser comercializadas en el mercado europeo como el sistema i-stop o su nuevo motor rotativo de hidrógeno.