


El motor está asociado a un cambio automático de seis velocidades realizado por el especialista ZF. En cuanto a dinámica, el Maserati GranCabrio ha de beneficiarse de una distribución de pesos de 49/51, con el motor y el cambio montados por detrás del eje delantero.
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Toda la potencia del V8 es transmitida a las ruedas traseras a través de una diferencial de deslizamiento limitado encargado de garantizar la capacidad de aceleración en todas las circunstancias. El Maserati Stability Programme MSP se encarga de que, además, todo ello siga la trazada correcta.

El interior del GranCabrio sólo deja lugar al refinamiento. Entre el completo equipamiento, se encuentra un sistema de sonido desarrollado junto a Bose que adapta el volumen y la ecualización automáticamente a las condiciones de rodadura gracias a unos micrófonos que situados en el habitáculo.


