


Las otras dos variantes mecánicas permanecen prácticamente intactas, con el motor 1.8 de 192 CV (196 g/km de CO2) para el Lotus Elise R y el mismo bloque, pero sobrealimentado con un compresor volumétrico, para el Elise SC, que entrega 220 CV (199 g/km de CO2).
En ambos casos se ha logrado rebajar los consumos del orden de un 4% gracias a los retoques aerodinámicos aplicados a la nueva carrocería, que forman parten de los cambios exteriores más evidentes, junto con los nuevos faros con luces diurnas e intermitentes tipo LED integrados y las llantas de diseño renovado.

