

La marca dice que la franja naranja que atraviesa el coche simboliza la fuerza de un volcán en erupción… No los dudamos, pero probablemente ese efecto se vea multiplicado cuando se pongan en funcionamiento los 670 CV de su motor V12 de 6,5 litros de cilindrada.
Este bloque, y el aligeramiento de 100 kg al que ha sido sometido, le permiten situar el registro de velocidad máxima en 342 km/h, eso si antes hemos sido capaces de soportar una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,2 segundos.

No contentos con ello, los técnicos de Lamborghini han trabajado a conciencia la aerodinámica para mejorar la estabilidad a altas velocidades.
Si aún así uno no se fía, siempre puede pedir que le instalen el enorme alerón ‘Aeropack’, aunque con él la velocidad máxima queda reducida a «sólo» 337 km/h.