
Auque semejante alegría fue empañada por la manera cómo Fernando Alonso ganó ayer el gran premio de Alemania. Si bien es cierto que el asturiano lideró la tabla de tiempos durante todo el fin de semana y que en carrera fue el más rápido en todo momento, la acción que emprendió «La Scudería» para conseguir ese triunfo es más que cuestionable.

Está feo, le pese a quien le pese. Y más después de ver cómo Massa deja de acelerar de manera sospechosa después de la curva 6 para permitir que Alonso le adelante y, seguidamente, Smedley le dice por la radio: «Buen chico. Lo siento«.
La rabia de Massa al terminar el gran premio era evidente, pese haber acabado segundo. Sus declaraciones en la rueda de prensa fueron comedidas, pero en sus gestos se notaba el enfado hacia su equipo y hacia Fernando Alonso.
Pese a todo, esta ha sido una estrategia de equipo, no una decisión del asturiano, quien va quinto en el mundial con 123 puntos frente a los 85 de Massa que se encuentra octavo.
Mucho se hablará de esta acción, que finalmente ha sido sancionada por la FIA con una multa de 100.000 dólares (78.000€) a la escudería italiana.
Esta multa es el reflejo de la evidencia de las órdenes que ayer Ferrari le dio a Massa. Y, aunque éstas existen en la Fórmula 1, están prohibidas desde el año 2002, cuando se vivió uno de los momentos más ridículos de este deporte durante una carrera; todos recordamos cuando Barrichelo tuvo que dejar pasar a Schumacher, pero a diferencia de Massa y Alonso, el alemán se encontraba bastante más lejos de su compañero de equipo, que tuvo que frenar mucho para esperarle.

El ingeniero de Button, Jakob Andreason, le recomienda al inglés que reduzca el ritmo para conservar gasolina. No adelantar a Hamilton es la parte que no se dice, pero ahí está la habilidad de dar órdenes de equipo de forma sutil. Siempre hay maneras de llevarlas a cabo, y de eso en McLaren saben bastante…
Polémicas al margen, podemos estar contentos porque parece que Ferrari empieza a despertar del letargo en el que se encontraba. Todas las mejoras que sus ingenieros han introducido van dando resultados y ahora sólo queda que sus pilotos sepan llevarlas a buen puerto, tratando de evitar situaciones como la de ayer en pista y aprovechándose de los problemas de los demás. ¿Es posible soñar aún con la remontada? Lo sabremos en el próximo gran premio que tendrá lugar este fin de semana en el circuito húngaro de Hungaroring.
