Estos datos, publicados por la propia Ford, muestran la intención de la firma del óvalo de lanzar al mercado un coche eléctrico que cumpla realmente con el propósito de reemplazar los sistemas de propulsión tradicionales.
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La velocidad máxima, por ejemplo, alcanza los 136 km/h y, aunque todavía no hacen mención de la autonomía, el punto crítico de cualquier coche eléctrico, en Ford aseguran que permitirá cubrir las necesidades de movilidad diaria de los conductores americanos.
La versión eléctrica del Ford Focus está construida sobre la misma plataforma que las variantes con motores de combustión interna. La marca asegura, además, que el dinamismo de los gasolina y diésel se mantiene intacto en el nuevo modelo, que cuenta con un paquete de baterías de ion-litio desarrollado por la propia Ford en colaboración con LG Chem. El sistema utiliza un circuito de refrigeración/calentamiento que permite mantener los acumuladores en la temperatura óptima.
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Ford, que producirá las unidades americanas en la planta de Wayne, Michigan, ya tiene definido el equipamiento del Focus Electric en ese lado del Atlántico, que incluirá seis airbags, control de tracción, manos libres Sync y llave electrónica MyKey, así como llantas de aleación de 15 radios y 17 pulgadas, botón de arranque, radio-CD Sony con 9 altavoces y navegador con control de voz.
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Otra de las novedades que ofrecerá la firma estadounidense con el Ford Focus Electric es la posibilidad de mantener contacto con el coche mediante el teléfono móvil.
El servicio MyFord Mobile permitirá, vía web, recibir información instantánea del estado del vehículo, modificar algunas de las funciones principales a distancia, comprobar el estado de carga y recibir avisos cuando la batería necesite ser recargada o esté ya operativa, e incluso programar la configuración de la recarga y descargar datos del vehículo para su análisis.
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