Si siempre quisiste tener un Land Rover Defender y nunca encontraste el momento, has de saber que la firma británica especialista en todoterrenos ha puesto fecha, aunque no demasiado concreta, al fin de su producción: mediados de esta década. Eso es, por lo menos, lo que afirman nuestros colegas de Automotive News Europe, citando fuentes de la marca, que aluden a razones legislativas para explicar los motivos por los que se cesará la producción del icónico 4×4.
A pesar de que no especifican cuales son en contreto dichas razones, es fácil intuir que las cada vez más restrictivas normativas antipolución, así como las exigencias en seguridad, dificultan la permanencia en el catálogo de Land Rover del Defender, un vehículo cuya primera unidad salió de la cadena de montaje en 1948.
Desde entonces se han producido más de 2 millones pero, según Jato Dynamics, empresa especializada en la elaboración de estadísticas del sector del automóvil, hasta agosto de 2013 apenas se han vendido en toda Europa 561 ejemplares del Land Rover Defender en el presente año, a todas luces insuficiente desde el punto de vista comercial.
Sí resulta rentable, sin embargo, en términos de imagen de marca, ya que contribuye a mantener el prestigio de Land Rover como productor de vehículos off-road, pero a la hora de concebir un sustituto, el planteamiento debería ser bien distinto al del Defender original, debido a la escasa demanda de este tipo de vehículos tan rudos y especializados en el 4×4 hoy en día.
Ello explicaría la cancelación del proyecto del DC 100 Concept que exhibieron en el Salón de Frankfurt de 2011 como el sucesor del Defender, para desarrollar en su lugar un nuevo modelo, de posicionamiento más elitista, sobre la plataforma de aluminio del actual Range Rover, aunque para que vea la luz habría que esperar, como poco, hasta el año 2019.
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