DTM: Miguel Molina, siete pasos de gigante

R. Escriche – Toda esta gesticulación no es sólo por un cuarto puesto, muchos lo han conseguido antes y otros tantos lo harán en el futuro. La diferencia es que a Miguel Molina le han bastado siete carreras para demostrar que es un piloto especial.

Ha sido capaz de adaptarse a velocidad de vértigo a un campeonato de turismos con un gran nivel de pilotaje viniendo de los monoplazas. Su nivel ya no es comparable al de los otros dos rookies del DTM, David Coulthard y ConFu Cheng, y comienza a ser una referencia entre los coches con especificaciones 2008.

El primer síntoma se percibió en los tempranos test de Valencia, donde Molina fue el piloto más rápido de Audi y se quedó a una centésima del mejor tiempo de Ralf Schumacher. Un resultado muy bueno para un rookie, o simplemente bueno si tenemos en cuenta que la artillería pesada de Audi estaba rodando en las 4 Horas de Nürburgring.

Pero empezó el campeonato y Molina sumó dos puntos en las dos primeras carreras. Después se sucedieron tres actuaciones más discretas en Lausitz, Norisring y Nürburgring. En las playas holandesas de Zandvoort, un sólido quinto puesto por detrás de Scheider y Ekström provocó las primeras reacciones de sorpresa.

Y finalmente llegó Brands Hatch. Las cosas no empezaron nada bien para Molina en el trazado inglés. Un pequeño contacto con Martin Tomczyk en la salida lo dejó noveno por detrás de Oliver Jarvis, Alexandre Prémat y el propio Tomczyk. La cuestión era entonces cómo ganar posiciones, porque el ritmo de carrera de Molina era más rápido que el de los pilotos que rodaban por delante y adelantarlos en pista era casi imposible. La única posibilidad era cambiar la estrategia y retrasar al máximo las dos paradas obligatorias, una opción bastante peligrosa para la salud de los neumáticos.

Una tardía primera parada le permitió ganar dos posiciones, aunque unas banderas amarillas impidieron que exprimiera al máximo su velocidad. En el segundo stint pudo rodar al límite, se anotó la vuelta rápida y llegó a liderar la carrera. A la salida de su segunda parada estaba en cuarta posición, a rueda de Timo Scheider y por delante de Gary Paffett. Había ganado cuatro posiciones en un circuito de sólo 1,92 km donde el tráfico es una de las principales preocupaciones de los equipos.

«Esta mañana ya hemos visto que éramos muy rápidos con neumáticos usados, así que al perder dos posiciones en la salida hemos optado por esa táctica, que ha dado un excelente resultado. Perfecto si tenemos en cuenta que este es mi primer año en el DTM» explicaba el joven piloto después de la carrera. «Es bonito liderar la carrera aunque haya sido sólo por la táctica, pero la vuelta rápida es algo que queda ahí. El podio no era nuestro objetivo al empezar la temporada y hemos de ser conscientes de que es muy difícil, pero ahora ya no es una utopía«.

En realidad, Molina estaba en boca de todos después de Brands Hatch, incluyendo la del vicepresidente de Mercedes-Benz Motorsport, Norbert Haug: «Entre los pilotos de Audi, Miguel Molina con un coche con especificaciones 2008 ha estado particularmente admirable. Ha completado una gran actuación«.

El primero en tomar nota de la carrera de Molina fue su propio jefe, el Dr. Wolfgang Ullrich: «Miguel Molina hoy ha volado, nos ha dado una gran demostración de su talento, un talento que es bueno para el DTM, y que me alegro de que pueda mostrar dentro del equipo Audi«.

A pesar de que la principal preocupación de Ullrich es ahora la mala posición de sus pilotos de cara al campeonato, el potencial de Molina es apreciado como un motivo de esperanza. «Cinco pilotos de Audi entre los ocho primeros es un buen resultado de equipo«, comentaba el responsable de Audi Sport. «Timo Scheider tenía el mismo ritmo que Bruno Spengler y ha luchado con él por el segundo puesto. Hoy era imposible conseguir algo más. La fantástica exhibición de Miguel Molina ha sido por una parte una demostración de sus prestaciones personales, y por otra del potencial de nuestros coches. O sea que iremos a Oschersleben con una nota positiva«.

Algunos de sus colegas en Audi también valoraron la madurez de Molina a la hora de definir una estrategia de carrera bastante arriesgada. «Teníamos la estrategia perfecta» exponía Mike Rockenfeller al concluir. «He esperado mucho hasta el primer pit stop. Habíamos planeado lo mismo para el segundo, como Miguel Molina. Mi ritmo era el mismo que el suyo y rodaba por detrás de él, pero antes de la segunda parada Cheng salía de boxes y he perdido un segundo, y después ha vuelto a pasar lo mismo con Markus Winkelhock. El resultado es que he tenido que entrar antes de lo previsto y he salido de boxes en novena posición«.

Otros en Audi, como Alexandre Prémat, comienzan a preguntarse por qué Molina es simplemente más rápido pilotando el mismo coche: «Teníamos un ritmo bastante bueno. Encontramos un set-up en el último momento que no era nada malo. Pero Miguel Molina ha sido mucho más rápido con el coche de 2008. Ahora tenemos que averiguar por qué nosotros no hemos sido capaces de serlo también«.

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