Contacto Mitsubishi Space Star

Prueba realizada por Gaby Esono

La firma de los tres diamantes vuelve al segmento de los pequeños urbanos de la mano del nuevo Mitsubishi Space Star. Alejado del concepto monovolumen de su predecesor, el nuevo modelo de la marca japonesa pretende abrirse un hueco en este competido segmento gracias a una estudiada relación entre precio y equipamiento. Aunque la marca advierte: no se trata de un coche low cost.

No lo tendrá fácil, porque la lista de rivales de última hornada es amplia: desde las ternas Peugeot 108/Citroën C1/Toyota Aygo y SEAT Mii/Skoda Citigo/Volkswagen up!, a la dupla Renault Twingo/smart fortwo y forfour, sin olvidar los cada vez más representativos Hyundai i10 y Kia Picanto.

Pese a ello, en Mitsubishi confían mucho en un producto de concepción global (el proyecto ‘Global Small’ comenzó a gestarse en 2009) que, después de haberse iniciado su comercialización 2012 en los mercados asiáticos, por fin ha llegado a Europa.

Dependiendo del mercado, el planteamiento del Mitsubishi Space Star (o Mitsubishi Mirage, dependiendo del país) es más o menos ambicioso. Aquí, a tenor de lo que comentaron los responsables de la marca durante la presentación, la sensación es de que quieren ser una alternativa más, que ofrece algo más de lo que se supone que pide el público hoy en día, pero sin excesos para poder mantener un precio competitivo.

Es por ello que se ofrece únicamente con carrocería de 5 puertas y las posibilidades de elegir son bastante restringidas. De hecho, hay disponibles dos motores, cada uno con su propio equipamiento, con el que tratan de cubrir no sólo el segmento A, sino también el segmento B, el de polivalentes como el Toyota Yaris, el Suzuki Splash o el Nissan Micra.

A cambio, ofrece de serie elementos que hasta ahora no eran universales en modelos de su tamaño, como los seis airbags, el control de estabilidad o la función Stop&Start, siempre atendiendo a criterios bastante racionales.

Mitsubishi parece haber puesto mucha atención a que la conducción del Space Star sea, ante todo, cómoda. El tacto de la dirección, con asistencia eléctrica, es un primer indicio de un comportamiento general suave y agradable. Han conseguido que, tras conducirlo, uno salga del coche sin una sensación especial, y eso en un coche de este tipo es una gran virtud.

Te lleva de A a B sin grandes alardes, pero su tamaño (3,71 cm) y ligereza (se han utilizado con una agilidad ratonera y suficientemente bien sujeto. Y también frena de forma adecuada, un detalle no menor en un automóvil pensado para moverse con soltura por ciudad.

El tacto de la palanca de cambios fue lo que menos me convenció, porque la suavidad no tiene por qué estar reñida con una mayor precisión, aunque no lo veo como un argumento para restar ventas.

Otra cosa es la gama de motores, limitada a dos tricilíndricos de 1.0 y 1.2 litros de cilindrada, desarrollados específicamente para que entregan 71 y 80 CV de potencia respectivamente. No se puede hablar exactamente de downsizing, porque este cubicaje se corresponde con lo habitual en modelos de este tamaño. Ahora bien, al eliminar un cilindro son más ligeros y, además, cuentan con culata multiválvula (DOHC) y la distribución variable de Mitsubishi (MIVEC, de Mitsubishi Innovative Valve timing Electronic Control system), lo que permite equilibrar el rendimiento en todo el rango de revoluciones.

El que tuve ocasión de conducir durante la presentación fue el más potente, el MPI 120, que mueve con mucha soltura los menos de 900 kg que pesa el conjunto. Asociado al sistema de parada y arranque automáticos (Auto Stop & Go, lo llaman en Mitsubishi) y a la función de recuperación de la energía de frenado (tecnología IBS), la marca ha homologado para este propulsor un consumo de 4,1 l/100 km (4,0 l/100 km en el 1.0), aunque lo que más me llamó la atención es su bajo nivel de vibraciones para ser un tres cilindros. La sonoridad ya no está tan lograda, pero no molesta a bajo ni medio régimen.

Parece mentira lo que pueden dar de sí 3,71 metros de longitud. El Mitsubishi Space Star es un coche realmente amplio, siempre teniendo en cuenta lo que tenemos entre manos. Cuatro adultos o dos adultos y tres niños se desplazan sin agobios. El maletero, de 235 litros, es de formas regulares y muy aprovechable.

El aspecto del salpicadero es bastante resultón. Los plásticos duros abundan pero no dan el cante porque su aspecto y ajuste son de buen nivel, al contrario de algunas de las juntas de las puertas.

La postura de conducción es bastante alta, muy adecuada para moverse por el tráfico urbano. Los asientos, sin embargo, aunque de mullido cómodo, sujetan muy poco el cuerpo en las curvas.

El Mitsubishi Space Star se presenta como una opción muy válida en el nutrido segmento de los pequeños coches urbanos. Su precio está muy ajustado (con promoción de lanzamiento y Plan PIVE-6 incluidos) para el equipamiento tecnológico, de seguridad y de confort que incorpora.

La versión 100 MPI Challenge incluye retrovisores y elevalunas delanteros eléctricos, cierre centralizado y aire acondicionado.

El 120 MPI Motion añade el climatizador, elevalunas eléctricos traseros, bluetooth, volante multifunción forrado en piel y faros antiniebla, entre otros.