La vista de perfil, por su parte, permite apreciar los faldones laterales, con dos pliegues de trazado opuesto con los que se ha querido dar un carácter más dinámico a las carrocerías.
El habitáculo también recibe su ración correspondiente de actualización, con una colección inédita de colores y materiales con los que personalizarlo. La tapicería de tela ‘Diagonal’ de serie o la piel ‘Dakota’ en color gris ‘Oyster’ opcional son algunos ejemplos, además de las inserciones decorativas, que han ganado la Veta de Bambú de color antracita.
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Algo más que una cara bonita
Las novedades en la parte mecánica merecen capítulo aparte. Para empezar, porque con este restyling todas las variantes de estas dos carrocerías cumplen la normativa antipolución EU5. Empezando por el tope de gama, el 335i, éste estrena una nueva versión del alabado 6 cilindros 3.0 l con doble turbo Twin-Scroll, inyección directa de gasolina (High Precision Injection) y cárter de aluminio. En esta ocasión incorpora por vez primera el sistema de regulación variable de las válvulas Valvetronic, con el cual los consumos se ven sensiblemente reducidos de los 9,1 y 9,5 l/100 km del coupé y el convertible anteriores a los 8,4 y 8,8 l/100 km respectivamente.
El 325d oculta otra de las sorpresas del Serie 3 2010. De su seis en línea salen ahora al eje trasero 204 CV a 3.750 vueltas (en vez de 197 CV) y un par de 430 Nm disponible a 1.750 rpm (30 Nm de ganancia respecto al anterior). No es de extrañar, pues, que este propulsor catapulte al BMW 325 Coupé a 244 km/h de velocidad punta (236 km/h hasta ahora), con un 0-100 km/h en 6,9 segundos (le saca 6 décimas a su antecesor). El cabrio sigue la misma tónica, con una punta de 238 km/h y una salida desde parado hasta 100 km/h en 7,5 segundos. El consumo medio se rebaja 0,5 l/100 km en el coupé (5,7 l/100 km) y mantiene los 6,1 l/100 km en el cabrio.
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Idéntico incremento de rendimiento se ha logrado con el motor diésel más modesto, el 2 litros de cuatro cilindros, que ahora alcanza los 184 CV a 4.000 rpm y entrega una fuerza de 380 Nm a 1.900 rpm, suficientes para lograr una velocidad máxima de 237 km/h (228 km/h en el 320d Cabrio) y unas aceleraciones de 7,5 y 8,3 segundos en el 0-100 km/h. El gasto de diésel se queda en 4,7 l/100 km y 5,1 l/100 km para cada una de las dos versiones.
El resto de motorizaciones se mantienen como hasta ahora, de manera que la gama 2010 de los Serie 3 Coupé y Cabrio parten en nuestro país, en gasolina, del 320i de 170 CV (motor de 4 cilindros y 1.995 cc), para continuar con el 325i y el 330i, que del mismo bloque de 6 cilindros en línea y 2.996 cc extraen 218 CV para el primero y 272 CV para el segundo. A los nuevos diésel, por su parte, hay que sumar los ya conocidos 330d y 335d, con 245 CV y 286 CV respectivamente.
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Vuelve a haber múltiples posibilidades de elección en lo que a transmisiones se refiere. A la irrenunciable tracción trasera, el coupé ya sumó en el estreno de esta generación la tracción total inteligente xDrive, que se extiende como opción en el 335i, 330i, 325i, 330d y 325d. El 335i, en las dos configuraciones de carrocería, puede solicitarse con la caja de cambios deportiva con doble embrague DKG.
Los servicios de BMW ConnectecDrive también son uno de los aspectos destacados en cuanto a equipamiento de entretenimiento en el remozado Serie 3. En las unidades 2010 estos sistemas incluyen mejoras en la integración de los teléfonos móviles y dispositivos auxiliares, así como en el manejo del mando iDrive. Ahora se pueden sincronizar agendas, tareas y notas con el sistema iDrive del coche, hay nuevas funciones de voz e incluso se pueden transmitir datos de audio a aparatos externos a través de Bluetooth.
