


La mayor parte del mérito cabe achacarlo al bloque 1.6 TDI common-rail de 105 CV, un propulsor que se ha extendido rápidamente por las diferentes marcas del grupo alemán. En el Golf BlueMotion, el 1.6 TDI va asociado a un sistema Start & Stop, que detiene el motor cuando el vehículo se para ante un semáforo o en una retención y lo vuelve a arrancar al pisar el embrague, así como al dispositivo de recuperación automática de la energía de frenado. Estos componentes formar parte del paquete BlueMotion Technology, de serie en el VW Golf Advance equipado con este motor.



