Las líneas del Audi allroad shooting brake expuesto por vez primera en el Salón del Automóvil de Detroit 2014 (NAIAS) anticipan lo que será un nuevo concepto de automóvil. Su carrocería, un híbrido entre SUV y coupé de tres puertas, muestra una nueva forma de entender los vehículos tipo crossover, un punto más formal que lo mostrado por el Mini Paceman, su único referente claro en el mercado actualmente.
El Audi allroad shooting brake podría tener cabida tal cual en la actual gama del fabricante de Ingolstadt, en la que se están esperando las formas definitivas del futuro Audi Q1. Con 4,20 metros de longitud, abre una nueva vía por debajo del Audi Q3, aunque solo por tamaño.
La composición mecánica del Audi allroad shooting brake, a la que denominan e-tron quattro, es de lo más ambiciosa y supone un nuevo concepto de propulsión híbrida para la marca de los cuatro aros. Es un sistema híbrido enchufable que entrega 408 CV de potencia máxima de sistema y un par motor de 650 Nm.
Este resultado es fruto de la unión de un motor delantero 2.0 TFSI de 292 CV y 380 Nm (es la variante más potente dada a conocer de este propulsor tetracilíndrico) con dos motores eléctricos. Uno de ellos, de 54 CV y 270 Nm, con forma de disco, acoplado mediante un embrague e integrado en el cambio de seis velocidades e-S tronic de doble embrague, que envía toda la fuerza en exclusiva al eje delantero.
El segundo motor eléctrico está montado en el eje trasero, sin conexión física con el tren anterior. Alimentado como el otro por una batería de iones de litio refrigerada por agua e instalada delante del eje posterior, aporta al conjunto 115 CV y 270 Nm a velocidades bajas y moderadas.
También puede ayudar al grupo propulsor delantero en determinadas situaciones, como en carretera deslizante o fuera del asfalto. Es, además, el responsable del mover los 1.600 kg del coche cuando se circula en modo completamente eléctrico, en el que la batería permite una autonomía de 50 km, con una velocidad máxima de 130 km/h.
