Aston Martin lleva un tiempo explorando los límites de su gama de modelos, que ya no solo está formada por deportivos desde la llegada del pequeño y exclusivo Cygnet. El último en llegar ha sido el nuevo Virage, un deportivo totalmente nuevo en el que la firma británica ha intentado fusionar la elegancia del DB9 y la deportividad del DBS. Todo en uno.
El nuevo Virage es también el fruto directo de la evolución de la plataforma de aluminio VH (Vertical Horizontal) que la firma de Gaydon emplea actualmente en el DB9, el DBS, el V8 Vantage y el Rapide, además de en todos sus coches de carreras.
Por derecho heredado de su posición en la gama de Aston Martin, el nuevo Virage montará el 6.0 V12 fabricado a mano con 497 CV y 570 Nm de par máximo que se enviarán a las ruedas traseras a través de la transmisión automática de seis velocidades Touchtronic II montada en posición transaxle para contribuir a un reparto de pesos ideal de 50/50.
El resultado tiene que ser un coche de auténtico lujo y también tremendamente deportivo, pero relativamente asequible de conducir. A estos menesteres tendrá que contribuir el nuevo desarrollo del sistema de suspensión adaptativo ADS, que ahora cuenta con cinco posiciones en el modo Normal y cinco más en el modo Sport que puede seleccionar el conductor.
El afortunado conductor también contará con el botón Sport, encargado de incrementar la respuesta al acelerador y la velocidad del cambio además de aguantar las marchas sin hacer caso del limitador de revoluciones. El Aston Martin Virage montará directamente de serie frenos carbocerámicos, que además de proporcionar una esplendorosa capacidad de detención han permitido ahorrar masas suspendidas en los dos ejes para mejorar el comportamiento.
