La principal novedad de este sistema es que la distancia a recorrer se ajusta en función del estado de los consumibles del coche. Diferentes sensores detectan el nivel y temperatura del aceite, así como el desgaste de las pastillas de freno y, en función del uso del vehículo y del estilo de conducción, aceleran o retrasan el paso por el servicio técnico.
Gracias al WIV (Wartugs Intervall Verlängerung), el conductor tiene la prueba de que se puede ahorrar gastos de mantenimiento haciendo un uso responsable del coche, con un máximo de 2 años o 30.000 kilómetros.
Para la estimación de los periodos de mantenimiento, este dispositivo utiliza un algoritmo mostrado en el cuadro de instrumentos tras evaluar la temperatura del aceite, índice de hollín, consumo de combustible por cilindro, índice de desgaste del aceite y el tiempo.
Junto con el WIV, SEAT ha introducido también en toda la gama el indicador de marcha recomendada, que ya estaba presente en modelos como el SEAT Exeo.
