Salón del Automóvil de París: Citroën DS4

Redacción (París).- Si se mira de frente el nuevo Citroën DS4, no cabe ninguna duda de dónde se encuentran sus orígenes. La firma francesa tiene claro que su nueva gama premium tiene lucir con orgullo los dos chevrones, de manera que, igual que en el DS3, en el modelo compacto el sello de la marca preside claramente la parrilla delantera.

Teniendo en cuenta los tamaños en los que se mueven en los últimos tiempos los coches del segmento C, puede decirse que sus 4,27 m de longitud lo colocan en un punto a medio camino entre el Volkswagen Golf y el Renault Mégane. ¿O debería decirse entre el BMW Serie 1 y el Audi A3 Sportback?

Sea como fuere, el ancho dibujo de su carrocería (1,81 m), su línea de cintura alta y sus claramente definidos y musculosos pasos de rueda hacen que, desde ciertos ángulos, la perspectiva resulte impresionante.

En Citroën definen la silueta del DS4 como la de un coupé sobreelevado (ciertamente, 1,53 m son muchos para un coupé a secas), una nueva forma de enfocar la exclusividad y el dinamismo en la que se adaptan con acierto los tiradores traseros camuflados.

En el interior han seguido la misma estrategia que hemos podido contrastar en el C3 y el DS3, es decir, que el DS4 comparte el mismo diseño básico del nuevo C4. Ahora bien, donde en el futuro superventas se ven varios tipos de plástico, en las versiones más equipadas de su derivado de lujo el tapizado en cuero pena del salpicadero y los paneles de las puertas lo desmarcan por completo.

Y no sólo eso, sino que además se podrá elegir entre 5 combinaciones de cuero, con varias posibilidades bitono que afectará también al peculiar trenzado grueso de la zona central de los asientos, llamado «Bracelet», que evoca la cadena de un reloj. Al combinar la piel con las inserciones cromadas y el aluminio de los pedales, es probable que parezcan coches diferentes.

Además de hacer una carrocería atractiva, en Citroën parecen decididos a convertir al DS4 en un coche divertido de conducir. Si bien en algunas versiones del DS3 se han quedado un poco a medio camino de esta filosofía, para el modelo superior sí se puede esperar unos resultados más gratificantes.

De momento, la oferta de motores camina bien encaminada en esa dirección, con dos motores de gasolina 1.6 THP de 200 CV y 155 CV, desarrollados conjuntamente con BMW, más un diésel 2.0 HDi FAP 160 como réplica alimentada por gasóleo. Las versiones de acceso se confían al propulsor 1.6 VTi 120 y al 1.6 HDi FAP 110.

El segundo trimestre de 2011 será cuando se comience a vender el nuevo DS4, un coche con el que Citroën continúa con su plan de ofrecer una gama completa de modelos premium, tanto en lo que se refiere a personalización como en servicios de seguridad y atención al cliente.