

Por tamaño no quedará, porque sus 4,79 metros de longitud (4,81 metros en el SW) deberían ser sinónimo de amplitud interior, a la vez que han permitido configurar un maletero de nada menos que 545 litros de capacidad, que se convierten en 1.581 litros con los asientos traseros ocultos. En el break, las cifras suben a los 660 litros y los 1.865 litros respectivamente.
Una de las prioridades de Peugeot a la hora de desarrollar este coche, casi de representación, ha sido la eficiencia energética de sus propulsores. Por ello, la marca ya ha anunciado que para el verano de 2011 la versión con el sistema e-HDi tendrá homologada una cifra de emisiones de 109 g/km de CO2 para el motor 1.6 HDi de 112 CV, gracias entre otros motivos a la incorporación de entradas de aire pilotadas.
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Aun siendo un valor destacable, es una broma al lado de los 99 g/km que promete la futura versión HYbrid4 que, esta vez sí, ofrecerá unas prestaciones más acordes con lo que se espera de un vehículo de su porte, gracias a los 200 CV combinados (motor diésel HDi de 163 CV y eléctrico de 37 CV) y a la tracción a las cuatro ruedas. Es decir, lo que se acaba de anunciar en el Peugeot 3008 HYbrid4.


Las variantes diésel HDi con filtro de partículas FAP, especialidad de la casa, dan un margen de elección más razonable, que empieza con el 1.6 HDi de 112 CV y cambio manual de 5 marchas y continúa con el mencionado 1.6 e-HDi, el cual entrega hasta 285 Nm de par, frente a los 254 Nm del más básico. Este e-HDi es también el único de los alimentados por gasóleo que incorpora el cambio manual pilotado.



Este esquema desvincula las funciones de amortiguación de las de giro, con lo que se mejora el control del balanceo y la precisión al tomar las curvas. La dirección electrohidráulica, por su parte, también es más directa para las versiones más deportivas. Detrás, como ya venía siendo habitual en el 406 y el 407, se ha concebido un eje multibrazo.





