Prueba realizada por Gaby Esono


Después de haber estado con los responsables de la marca, uno puede entender en cierto modo por qué han tardado tanto en generalizar una transmisión que, en un coche de este segmento y planteamiento más bien premium, pienso que debería ser obligatoria.

Y es que, después de haber visto como las ventas de smart se han incrementado en España un 70% en lo que llevamos de año, está claro que hay una gran parte del público al que eso de no encontrar un pedal de embrague le parece que le resta capacidad para controlarlo. De hecho, la mayoría de compradores de los nuevos smart fortwo son de conquista, es decir, no tenían un smart antes, ya que los que ya tienen uno estaban esperando precisamente a que el automático llegue al mercado. Con la llegada del verano, es de esperar que las ventas se relancen de forma significativa.
[/tab] [tab name=’¿Qué aporta el ‘twinamic?’’]
Tanto el dos plazas como el cuatro plazas de la actual generación de smart son coches sensiblemente más civilizados que el anterior fortwo. Son más cómodos y estables al conducir, son más habitables y el interior transmite una mayor sensación de calidad. Y todo ello, sin dejar de ser smart.

A la hora de implantar el cambio twinamic en los smart fortwo y smart forfour, la marca ha trabajado precisamente para que, en la búsqueda del equilibrio entre eficacia y confort, este primara sobre aquella, y el resultado ha sido muy bueno en líneas generales.

Así, en conducción normal o cuando se trata de ser eficiente, se trata de una transmisión que da gusto utilizar. Está por supuesto a años luz de su lentísimo predecesor y, a cualquiera que lo pruebe debería quitarle por completo la tentación de ahorrarse el dinero de la opción.

Carlo Schultz, responsable del desarrollo de transmisiones de smart, me explicaba que al circular en modo ‘Sport’, se varía la actuación del sistema que, entre otras particularidades, cambia de marcha a un régimen más alto y sitúa el embrague que no está conectado más cerca del volante de inercia para que el cambio sea aún más rápido.

Bajando de marchas la suavidad se mantiene, pero no así la rapidez, por lo que si necesitas garbo con cierta urgencia no queda otra que recurrir a la palanca de cambios o, si pagas la opción (300 euros), a las estupendas y muy recomendables levas en el volante.

El resto de registros mantienen valores similares en ambos casos, bien sea la velocidad máxima (165 km/h) o los consumos (4,3 l/100 km el manual; 4,2 l/100 km el automático).
[/tab] [tab name=’Cómo queda la gama’]
Con esta nueva variante, tanto el smart fortwo como el smart forfour cuentan con 10 opciones mecánicas: motor atmosférico de 60 CV con cambio manual, atmosférico de 71 CV manual o automático y este turbo de 90 CV también disponible con ambas transmisiones.

Una de ellas es el nuevo equipo de información y entretenimiento con sistema Mirror Link, que replica ciertas aplicaciones descargadas previamente en nuestro smartphone, con la idea de que se puedan ver en la pantalla los mensajes de redes sociales, escuchar emisoras de radio online o acceder a todo tipo de servicios.
| Versiones | Precios |
| smart fortwo 52 kW (71 CV) passion | 12.380 euros |
| smart fortwo 52 kW (71 CV) prime | 13.440 euros |
| smart fortwo 52 kW (71 CV) proxy | 14.160 euros |
| smart fortwo 66 kW (90 CV) passion | 13.250 euros |
| smart fortwo 66 kW (90 CV) prime | 14.420 euros |
| smart fortwo 66 kW (90 CV) proxy | 15.125 euros |
| smart forfour 52 kW (71 CV) passion | 13.080 euros |
| smart forfour 52 kW (71 CV) prime | 13.820 euros |
| smart forfour 52 kW (71 CV) proxy | 14.525 euros |
| smart forfour 66 kW (90 CV) passion | 13.950 euros |
| smart forfour 66 kW (90 CV) prime | 15.120 euros |
| smart forfour 66 kW (90 CV) proxy | 15.825 euros |
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