Ford quiere mostrarse como una marca tecnológicamente avanzada y hoy, si realmente se quiere destacar en este sentido, además de motores de última generación, hay que estar al día en lo que a conectividad se refiere.
Los cambios exteriores son de lo más evidentes, con un frontal que recuerda al de la versión americana del Ford Focus y en el que ahora pueden montarse faros bixenón HID con Adaptive Front Lighting System mejorado, que adecúan el haz de luz al entorno y a las condiciones de conducción (velocidad, ángulo de giro, etc.). Ahora bien, para comprobar las variaciones más importantes hay que subirse en él.
El nuevo Ford Focus puede incorporar el Sync 2, denominación de la marca para su sistema de infotenimiento que integra en un mismo dispositivo la navegación, el control de climatización, el sistema de audio y la conexión con el teléfono móvil.
Además, el navegador incluye las guías Michelin. Todo ello se puede gestionar a través de una pantalla táctil de alta resolución o bien mediante un control de voz evolucionado (si dices “tengo hambre” te busca los restaurantes de la zona…).
Otras de las novedades que llegan con el restyling son el Perpendicular Parking para estacionar en batería (el anterior solo aparcaba en línea) y la mejora del sistema de prevención de colisiones Active City Stop.
Este dispositivo precarga los frenos cuando detecta que puede haber un impacto y, si el conductor no reacciona en el tiempo predeterminado, reduce el par motor y activa los frenos. Antes actuaba hasta 30 km/h, pero ahora funciona a velocidades de hasta 50 km/h.
Con el restyling del Ford Focus llegan también nuevos motores: el EcoBoost de gasolina ha visto rebajada su cilindrada de 1,6 a 1,5 litros, pero se mantienen los niveles de potencia conocidos, 150 y 180 CV. En diésel también hay una novedad relevante, pues el TDCi pequeño ahora cubica 1,5 litros y se ofrecerá con dos niveles de potencia, 95 y 120 CV. Este último estará disponible también con el cambio automático Powershift, pero habrá que esperar hasta 2015.
Los propulsores tricilíndricos 1.0 EcoBoost de 100 y 125 CV se mantienen, pero además habrá una versión que promete ser el primer coche familiar de gasolina con unas emisiones de CO2 inferiores a los 100 g/km. También para 2015 se espera la llegada de la transmisión automática para este motor, así como un nuevo diésel 2.0 TDCi de 150 CV con cambio automático o manual. El nuevo Ford Focus también contará con una versión ST, de la que todavía no se ha revelado más información.
Ya que estaban, Ford han aprovechado para mejorar el bastidor, que se había dulcificado demasiado con esta generación. Para recuperar sensaciones al conducir, se ha incrementado la rigidez estructural de la zona delantera con nuevos bujes de suspensión, geometría revisada, amortiguadores “recalibrados” y un control de estabilidad nuevo, así como una dirección asistida eléctrica reconfigurada.
