Renault retoca el Fluence, uno de sus coches mundiales

Renault presenta en el próximo Salón de Estambul, que se celebra del 2 al 11 de noviembre de 2012, la renovación del Fluence, su modelo de vocación mundial.

A pesar de militar en el segmento de los compactos, del que el Renault Mégane es uno de sus miembros de referencia, el Renault Fluence es algo más que la alternativa de tres volúmenes en la oferta media/baja del fabricante galo.

Nacido en Corea en 2008 como Renault Samsung SM3, la firma del rombo produce este modelo en lugares tan dispares como India, Argentina y Turquía, desde donde se distribuye a 55 países mercados.

Ello permite entender la importancia que Renault da al Fluence que, dicho sea de paso, es su único turismo con una gama de motores convencional que cuenta actualmente con una variante eléctrica, punto clave en la estrategia de la marca en lo que se refiere a movilidad eficiente.

El nuevo Renault Fluence se distingue fundamentalmente por el frontal, que adquire los patrones estéticos que la Régie dio a conocer en el Renault Clio. Las luces de día de LED y la combinación, según versiones, de inserciones cromadas y negras también le dan un nuevo aire al modelo, que se las tendrá que ver con huesos duros de roer como el Volkswagen Jetta (un poco por encima) o los novísimos SEAT Toledo y Skoda Rapid (un poco por debajo).

Las novedades más importante a nivel mecánico es la incorporación a la gama del motor 1.5 dCi 110 combinado con el cambio EDC (Efficient Dual Clutch, de doble embrague), el mismo que probamos en el Renalt Mégane, y el 1.6 dCi 130, el más potente de un segmento dominado hasta ahora por los 1.6 TDi y 1.6 HDi. En el Fluence, el consumo homologado es de 4,6 l/100 km, mientras que las emisiones de CO2 se sitúan en 119 g/km.

El equipamiento de esta berlina se beneficia asimismo de las últimas aportaciones de la marca, como el sistema multimedia Renault R-Link con conexión a internet, pantalla táctil y reconocimiento de voz.