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Recién estrenado el restyling del SEAT Ibiza, a la firma española aún le faltaba explicar qué se les había ocurrido para la correspondiente versión Cupra. No en vano, desde que en 1996 la segunda generación del polivalente de la marca estrenara estas siglas, no ha dejado de acudir a la cita con su clientela más “deportiva”.
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Dinámicamente no habrá novedades reseñables: SEAT vuelve a confiar en las bondades del motor 1.4 TSI de 180 CV tomado del banco de órganos del Grupo Volkswagen, que además tiene a bien asociarlo obligatoriamente con el eficaz cambio DSG de 7 relaciones, es decir, el automático de doble embrague en seco y levas en el volante.
El bastidor cuenta de nuevo con unas llantas de 17 pulgadas de serie, así como con la ayuda de lo que la marca denomina diferencial autoblocante electrónico, el XDS y un potente equipo de frenos.
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Es en la estética, por consiguiente, donde SEAT ha querido dotar de un extra de picante a su nuevo Cupra, que comparte rasgos con el resto de hermanos de la familia Ibiza. El diseño de los faros, por ejemplo, aunque sólo las variantes más altas cuentan con tecnología LED para las luces de día, o los nuevos pilotos.
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Los orificios bajo el escudo y un esculpido específico de paragolpes delantero y trasero (éste enmarcando la salida de escape central con forma trapezoidal) vuelven a ser los rasgos más característicos del SEAT Ibiza Cupra respecto al resto de la gama.
En el interior se estrena volante con el logo Cupra y el cuadro de instrumentos es una vez más propio de esta versión, además de los asientos de piel, aunque lo que más llama la atención es la incorporación del SEAT Portable System, un equipo de entretenimiento opcional estrenado en el SEAT Mii y que próximamente estará disponible en su hermano mayor. Su pantalla de cinco pulgadas permite controlar el navegador, el manos libres y el ordenador de a bordo.
En este otro enlace puedes ver el vídeo del nuevo juguete de SEAT.
