


Un equipo pequeño, inexperto y faltado de recursos económicos en la Fórmula 1 ya es un poco impensable, pero si encima a esto le añades el cambio de un piloto a mitad de temporada y sin previo aviso, la cosa se torna inaceptable. Cuando ocurren accidentes o imprevistos de última hora los terceros pilotos deben ayudar al equipo a salir de una situación que nadie de la escudería buscaba, pero que hay que afrontar. Se les paga para eso, entre otras cosas. Pero cuando una escudería decide «subir» a su tercer piloto porque éste puede aportar más dinero al seno del equipo, y ello implica la marcha directa del piloto que sí era titular, el escenario se convierte en algo complicado de entender en un equipo profesional de Fórmula 1.
Esto es lo que ha hecho HRT con Bruno Senna y Sakon Yamamoto. El piloto brasileño se tuvo que ir a casa y el piloto japonés se vio, de repente, inmerso en la máxima categoría del automovilismo durante un fin de semana.

En 2007 se le confirmó de nuevo como piloto probador de Super Aguri y como piloto del equipo BCN Competition en la GP2. En la recta final de esa temporada pasó a ser piloto de la escudería Spyker F1. En 2008 fichó como probador para Renault y, a mitad de año fue confirmado como piloto oficial del equipo ART en la GP2.
Finalmente, se unió a HRT este 2010 como piloto de pruebas con el objetivo de ayudar a Senna y Chandhok en el desarrollo del monoplaza.
Pero la historia de este piloto no termina aquí. Yamamoto es hijo de un influyente magnate de la industria japonesa que falleció hace ya algunos años. Su padre le dejó una gran suma de dinero en herencia y el joven lo ha aprovechado para subirse al barco de la F1. Sabemos que es el piloto mejor financiado de la escudería española (incluso más que Christian Klein), algo que le da a toda esta situación mucha más claridad. Yamamoto ha recibido la oportunidad de rodar como piloto oficial durante un fin de semana entero gracias a la aportación económica que le ha hecho a su equipo. Aunque esta realidad se torna algo más oscura cuando se conoce que, por lo visto, José Ramón Carabante, Team Manager de HRT, no estaba al corriente de este business.

