


Así las cosas, el PT Cruiser (la siglas PT corresponden a «Personal Transport) tuvo inicialmente un gran éxito de ventas, antes incluso de empezar a comercializarse en el año 2000, gracias sobre todo esa imagen distintiva, diferente a cualquier coche no ya sólo de su segmento, sino de todo el mercado.


También se había añadido a la oferta un 1.6 de gasolina, con 115 CV. Basado en el bloque de 2 litros, éste fue desarrollado conjuntamente por Chrysler y la extinta Rover, en aquella época perteneciente a BMW, que acabó montándolo en la primera generación del nuevo Mini.


El buen resultado de ventas parece que fue el principal responsable de que la firma prefiriera mantener su línea con muy pocos cambios. Por el contrario, la estrategia fue más bien encaminada hacia la creación de gran variedad de series especiales. En este mismo sentido se puede entender el lanzamiento de la carrocería descapotable, en 2005, con la que se añadió al PT Cruiser un plus de glamour y de prestaciones, gracias al motor 2.4 sobrealimentado que también incorporó la carrocería de 5 puertas.

Su lugar en la factoría lo ocupará la versión americana del Fiat 500.