

La oferta inicial constará de dos motores TDI de 2.0 litros y cuatro cilindros. La versión de 163 CV con inyección common-rail y sobrealimentación bietapa mediante turbcompresor consume 7,6 l/100 km en la configuración de dos ruedas motrices. La segunda variante disponible con turbocompresor de geometría variable, que debuta específicamente para el mercado europeo, entrega 122 CV con un consumo combinado de 7,5 l/100 km.



La versión básica de equipamiento está enfocada a la robustez. De esta se pasa a una variante intermedia denominada Trendline, que ofrece detalles que potencian en confort y la calidad de la conducción como el climatizador, el control de velocidad de crucero, los cristales tintados y los faros antiniebla, así como acabados exteriores como el parachoques, los tiradores de las puertas y los retrovisores del mismo color que la carrocería.



Todo ello se complementa con un equipamiento en seguridad que pretende establecer nuevos estándares en el segmento, como el ESP con función de estabilización del conjunto remolque, la función Off-Road, el bloqueo del diferencial electrónico EDS, el sistema antideslizamiento ASR o el asistente para descenso de pendientes específicamente adaptados a las condiciones offroad.