Gaby Esono.- Un año más, y van 56, el Rally Internacional de Coches de Época Barcelona-Sitges convocó el pasado fin de semana a una cuidada selección de participantes para participar en un de los eventos de este tipo más reconocidos entre los que se celebran a nivel europeo.
En esta ocasión, además, además de coches, la prueba se abrió a la participación de motos, tal y como explicaba Toni Marin, presidente de Foment del Turisme de Sitges y principal impulsor del rally en los últimos años, «porque quería encontrar una forma de innovar sin que el presupuesto se disparara».
Y la fórmula ha funcionado, porque a los 62 vehículos de cuatro ruedas inscritos se añadieron en esta ocasión nada menos que 14 entusiastas motoristas. Habían de serlo a la fuerza, porque si bien el sábado durante la exposición de los vehículos participantes frente al centro comercial L’Illa Diagonal de Barcelona el día era simplemente nublado y con viento, el domingo en cambio la lluvia acompañó la caravana de coches y motos antiguos desde la salida en la Plaza Sant Jaume de la Ciudad Condal hasta la población de la comarca del Garraf.



