Con esta variante, la marca británica de coches 4×4 de lujo prueba el interés por acercarse a una clientela más joven, pero que no quiere renunciar a la versatilidad de una carrocería con dos puertas suplementarias para acceder a las plazas traseras, que cuentan además con mayor espacio a la altura de los hombros, gracias al nuevo techo.
En lo que se refiere a la configuración mecánica, el Range Rover Evoque 5 puertas se nutre de los mismos componentes que su hermano y, por lo tanto, ofrece la posibilidad de tracción 4×2 o bien 4×4, basado en el sistema con embrague multidisco Haldex.
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El motor más eficiente es el turbodiésel 2.2 de 150 CV del Evoque eD4, que combinado con la tracción delantera alcanza unas emisiones de CO2 de 135 g/km. Este propulsor también se ofrece en el Range Rover Evoque TD4 asociado a una transmisión total permanente, elemento de serie en el Evoque SD4, variante diésel más potente, que entrega 190 CV. En los tres casos, las unidades con cambio manual montan de serie el sistema Start/Stop.
Uno de los puntos a los que los técnicos de Range Rover han puesto atención es en el aligeramiento del conjunto. La utilización masiva de materiales ligeros, como el aluminio, puede verse en el capó y el techo, en los brazos de la suspensión. La estructura de magnesio del salpicadero o las aletas delanteras y el portón de polímero también dan fe del esfuerzo realizado en este sentido.
Este elenco tecnológico se puede gobernar para adaptar la respuesta de los componentes al tipo de terreno sobre el que se circula: asfalto, hierba, gravilla y superficies de adherencia precaria como como hielo, barro o arena. Además, opcionalmente se puede contar con el Adaptative Dynamics, un ajuste más deportivo.
