

El nuevo capo presenta un sistema de seguridad denominado pop-up, encargado de minimizar las consecuencias en caso de atropello.
La eficiencia aerodinámica ha mejorado con la inclusión de un ligero spoiler delantero y un alerón trasero integrado en el portón, que reduce la elevación y crea una fuerza de apoyo extra en el eje trasero.

Es un deportivo por fuera y también lo es claramente por dentro. Como ejemplo valga la instrumentación que exhibe una de las características propias de todo coche deportivo: un cuentarrevoluciones situado en el centro y con la zona roja en las 7.500 rpm.
La disposición de todo el habitáculo gira en torno al conductor. Los asientos están situados muy bajos y se encuentran justo en el centro del coche para un óptimo reparto de pesos. Pese a que el coche es más compacto y tiene una menor distancia entre ejes, el espacio en el habitáculo no es menor que en el 350Z. Los dos asientos se encuentran separados por la consola, que tiene forma envolvente.


Por su parte, el asiento del acompañante es más amplio y pensado para el disfrute del viaje.
El maletero ha aumentado levemente de tamaño, y junto a un mayor espacio situado tras los asientos traseros, nos permite trasportar un mayor número de objetos.

El motor puede ir acoplado a dos cajas de cambio diferentes. Una automática de siete velocidades con levas en el volante y una manual de seis relaciones, que será el primer cambio, no robotizado, con función de doble embrague automático incorporado. Este sistema permite igualar el eje primario y secundario de la caja de cambios para que se realice la transición entre relaciones de una forma especialmente suave y protegiendo el embrague.

Estos cambios se combinan con una nueva suspensión delantera con estructura de doble trapecio y una revisada suspensión trasera multibrazo, ambas más ligeras y más robustas que antes y con una mayor estabilidad lateral. Esto proporciona una mejor caída de ruedas lo que facilita a la suspensión explotar mejor el agarre generado por los neumáticos.

El coche lleva de serie un diferencial viscoso de deslizamiento limitado y el Vehicle Dynamic Control (VDC) que integra los controles electrónicos de tracción y estabilidad que reducen el par del motor y frenan las ruedas individualmente cuando es necesario. Para usar el coche en circuito, el VDC puede desconectarse mediante un botón en el salpicadero. La dirección asistida es capaz de modificar su dureza según la velocidad a la que nos estemos desplazando.

El equipamiento es muy completo de serie. Incluye botón de puesta en marcha del coche, llantas de aleación ligera y frenos deportivos, esto en lo que afecta a las prestaciones. Para hacernos la vida más cómoda a bordo, encontramos asientos de cuero, equipo de sonido Bose, Synchro Rev Control, indicador de la marcha seleccionada y control de velocidad de crucero.

