El motor Mazda Skyactiv-X: un gasolina con ventajas de diésel

Mazda RX Vision

El motor Mazda Skyactiv-X: un gasolina con ventajas de diésel

El motor Mazda Skyactiv-X representa la punta del iceberg del nuevo paso en materia de eficiencia de la firma de Hiroshima. Se trata trata de una nueva generación de motores de gasolina, que verá la luz en 2019, y será el primer motor de gasolina en un coche de calle que usará –eventualmente- el encendido por compresión. Así, como si de un propulsor diésel se tratara, al subir el pistón la mezcla de aire-gasolina detonará sin necesidad de bujía.

Mazda Skyactiv-G Turbo

Motor Mazda Skyactiv-G Turbo, estrenado en el Mazda CX-9

Este método de combustión, denominado “Spark Controlled Compression Ignition” (Encendido por compresión mediante chispa controlada) ha superado los dos obstáculos que hasta ahora habían impedido la comercialización de este tipo de motor: maximizar la zona en la que el encendido por compresión es posible y conseguir una transición imperceptible entre este encendido y el tradicional encendido por chispa (de manera que estos motores seguirán necesitando bujía de encendido).

Mazda Koeru

Mazda Koeru

Mazda asegura que este propulsor combinará las ventajas de los motores gasolina y de los diésel y ofrecerá excelentes niveles de eficiencia y prestaciones. A ello también ayudará la aplicación de un turbo, con el que se conseguirá un par motor de entre un 10 y un 30% superiores al actual motor Skyactiv-G de gasolina. Como el encendido por compresión permite una mezcla súper pobre, se estima que mejorará la eficiencia del orden del 20 y el 30%, y entre un 35 y 45% respecto al motor Mazda de gasolina de 2008 con la misma cilindrada. Gracias a este incremento general del rendimiento en un amplio margen de rpm, también se podrán combinar con cajas de cambio con relaciones más largas, lo cual contribuirá igualmente en la mejora de la eficiencia.
La presentación del motor Mazda Skyactiv-X se enmarca dentro de la visión “Zoom-Zoom sostenible 2030” de la marca japonesa, continuación de la visión “Zoom-Zoom sostenible” anunciada hace ahora una década y que dio pie al desarrollo de la filosofía Skyactiv.

El Mazda3 de la anterior generación con el motor 2.0 DISI de 150 CV.

Se trata de un proyecto global de desarrollo tecnológico a largo plazo. A grandes rasgos, el objetivo de Mazda como fabricante de automóviles es haber conseguido reducir en 2030 un 50% las emisiones de dióxido de carbono de 2010, y un 90% para el año 2050.
Para conseguirlo, se han propuesto priorizar las mejoras en eficiencia y tomar medidas aplicables “en el mundo real” para lograr emisiones más limpias. Entre ellas destaca la creación del motor Mazda Skyactiv-X, ya que consideran que la optimización de los motores de combustión interna es necesaria –y posible-, porque son los que seguirán moviendo a la mayoría de coches en el mundo durante muchos años todavía, y los combinarán con tecnologías de electrificación “efectivas”.
Esto significa que, a partir de 2019, Mazda enriquecerá su gama con coches eléctricos y otros sistemas de propulsión eléctrica –lo hará, al principio por lo menos, en los países en los que sean viables o en los que se restrinja la circulación de los coches con motores convencionales-.
También trabajarán en el desarrollo de tecnologías de seguridad más avanzadas, bajo la filosofía Mazda Proactive Safety o el establecimiento de estándares básicos (empezando por una correcta posición de conducción…), entre otras. Su propósito, de hecho, va más allá, y tienen previsto crear un nuevo modelo de negocio que aproveche las tecnologías de conectividad para que los usuarios de vehículos puedan dar soporte a las personas que viven en las zonas más despobladas y a los que tienen dificultades de movilidad.

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